202.153

Sandra López A.

Hace aproximadamente 200.000 años se extinguió una de las especies que más recuerda el planeta tierra: la especie humana conocida también como homo sapiens sapiens (¿doblemente sabia?); 65 millones de años antes había desaparecido otra especie mucho más grande, los dinosaurios, sin embargo, a pesar de esto la especie humana se pensó eterna. Mil quinientos millones de años antes de su surgimiento en el planeta, los primeros organismos multicelulares (grypania spiralis) habían sido la continuación intempestiva de un proceso evolutivo que inició hace más de 13 mil millones de años cuando el universo comenzó su expansión a partir del evento conocido como Big Bang.

El paso de la especie humana en el planeta fue, digamos, felizmente fugaz. De hecho, cuando se habla de una historia de más de 4 mil millones de años desde que se formó la tierra, una especie que no subsistió más allá de 400.000 años, representa una proporción de 1 en 10 mil, lo cual es realmente ínfimo.

Hoy, la especie humana es recordada como aquella que, habiendo sido llamada “homo sapiens sapiens” terminó su paso por la tierra como “homo devastant domum”.
Pero conozcamos cómo logró la especie humana culminar su propósito, no expresado directamente, de autodestrucción:

– Consumió muchos más bienes de los que necesitaba para cubrir sus necesidades humanas esenciales.

– Utilizó su inteligencia y capacidad creativa para desarrollar las más sofisticadas armas de guerra y destrucción, así como todo tipo de tecnología que lejos de aportar al cuidado de su entorno y de su casa, el planeta tierra, solo sirvió para destrozarlo.

– No valoró la diversidad de la vida en todas sus formas, un claro ejemplo fue la violencia y matanza de las mujeres (hembra de la especie cuyo aporte biológico para la reproducción era fundamental), a manos de sus parejas, mayoritariamente hombres (macho de la especie).

– No cuidó el agua dulce, líquido vital para su existencia biológica; habiendo conocido con exactitud la importancia de este líquido y la cantidad limitada de su existencia en el planeta, no dudó en contaminarla hasta que finalmente desapareció. Los ríos y mares se convirtieron en vertederos de basura tóxica y de contaminantes industriales.

– Se reprodujo mucho más allá de la capacidad de las áreas fértiles del planeta para garantizar alimentación, agua, aire y convivencia pacífica, generando una superpoblación no sostenible en las condiciones de la tierra.

– Sus colonias, llamadas ciudades habían crecido en los últimos años en un ritmo tan acelerado que era imposible la garantía de una vida digna para sus especímenes.

– No cuidó el aire, cuyo componente esencial, el oxígeno era vital para su respiración, es decir para mantener la vida. Mató todas las formas de vida capaces de limpiar el aire y de generar oxígeno: árboles, plantas, flores, bosques tropicales, bosques húmedos, manglares. Hacia los últimos años de su existencia en el planeta, toda la vegetación endógena de las zonas tropicales y húmedas había desaparecido.

– Descuidó el tratamiento de los deshechos tanto biológicos como materiales que generaba, provocando con ello la contaminación del agua, la activación de las grandes fallas geológicas de la tierra y la generación de una cantidad de basura que equivaldría a lo que hoy es el continente perdido del norte.

– Extrajo los metales y minerales del subsuelo, sin considerar el equilibrio y la composición química del planeta, hasta reducir al máximo el campo electromagnético que garantizaban estos metales mientras se mantenían en el interior de la tierra.

– La especie humana se organizó en grupos/colectivos y dividió con líneas imaginarias el planeta, de manera que los diversos especímenes no podían movilizarse libremente, pues cruzar la línea imaginaria se volvió pretexto para la discriminación y la violencia.

– Creó en sus pocos años de vida en la tierra un sistema de intercambio basado en la cantidad de dinero y de oro que tenía una persona; así, mientras más dinero, mayor poder y mayor acceso a beneficios y oportunidades. Aunque difícil de creer, el dinero llegó a significar más que el alimento.

– Debido a su gran ego y a su desconexión con las otras especies y formas de vida del planeta, sobrevaloró el sistema económico en especial el dinero y se despreocupó por completo de la alimentación, la protección, el afecto, el descanso, como necesidades esenciales mínimas que posibilitarían su subsistencia en el futuro.

– Generó subdivisiones al interior de la especie, basadas principalmente en la cantidad de dinero o de metales preciosos que tenía un grupo y otro. Así, mientras un grupo mayoritario (más del 90%) sobrevivía en condiciones de riesgo permanente (hambre, enfermedades, abandono, violencia) el restante 10% vivía con lujos extremos y manejaba el poder solamente para sus intereses.

– Investigó y observó el universo solamente para satisfacción de su ego y ambición, mas no para aportar en el proceso global de evolución y expansión del cosmos.

– Olvidó el acto creativo del planeta que posibilitó su surgimiento y dejó morir la creatividad de las últimas generaciones a cambio del manejo de la poca tecnología que los grandes poderes pusieron al alcance de las masas (el término masas servía para describir a grupos de ejemplares de la especie cuyo comportamiento era similar)

– Olvidó que el universo está en expansión y que cada planeta en este proceso tiene ciclos, con todo su accionar aceleró de manera drástica, muchos cambios que imposibilitaron recuperar el equilibrio en el ciclo de vida de la tierra durante muchos años.

– Olvidó que no era la única especie en el planeta, que el planeta no es el único en el universo, y que el universo no es el único en el cosmos. Ensimismada, no fue consciente de su desaparición.

– Olvidó que todo está conectado, olvidó su relación con los otros seres y las formas de vida en el planeta, olvidó su origen y compromiso con la vida, olvidó que estamos hechos del mismo material de las estrellas y no cuidó su esencia, su aliento, su cerebro, su agua, su energía, su luz.

La gran pregunta que continuamos haciéndonos hasta hoy es ¿por qué?, ¿qué hizo cada ser de esta especie para aportar en su extinción?, ¿qué dejó de hacer para evitar su desaparición?. Aquí estamos hoy, el planeta continua su evolución en medio del cosmos, ¿qué pasó con esas hijas e hijos de las estrellas?

Sandra López (Calmecatl – CEN Garupamba – GAMMA)
Garupamba, Septiembre, 2017

Sobre Reinados Infantiles

Sandra López A.

POSICION DEL OBSERVATORIO CIUDADANO DE LA COMUNICACIÓN FRENTE A
POSIBILIDAD DE REALIZACION DE REINADO INFANTIL EN CUENCA

Por: Sandra López A. (Secretaria Comité Permanente Observatorio Ciudadano de la Comunicación; Coordinadora de GAMMA)
Frente a la propuesta de realización del evento “Primer Reinado Infantil”, que se ha puesto en consideración del Concejo de la Niñez, al ser este último, espacio de Garantía de Derechos para Niños, Niñas y adolescentes, parte del Observatorio Ciudadano de la Comunicación, nos permitimos presentar algunas consideraciones y argumentos al respecto.

El Observatorio Ciudadano de la Comunicación nace como un espacio para aportar en el análisis de los mensajes de los medios de comunicación, posibilitar la reflexión, debate y propuestas alternativas, frente a su directa relación con el sostenimiento de situaciones de inequidad y subordinación de las mujeres frente a los hombres, misma que se encuentra naturalizada, es decir que se considera parte normal de las relaciones sociales y que se expresa todo el tiempo en los medios de comunicación; situación que además se encuentra en la base de problemáticas sociales como la violencia, el abuso y la falta de oportunidades prácticas para las mujeres que les permitan integrarse plenamente en el desarrollo del país.

Algunas estadísticas evidencian la situación: según el censo económico, las mujeres reciben hasta un 29,1% menos de salario, en exactamente el mismo sector ocupacional que los hombres; del total de alcaldías en el país, solo 6,4% están a cargo de mujeres; en las prefecturas provinciales, encontramos 21 hombres y 2 mujeres prefectas; las mujeres trabajan hasta 17 horas más por semana que los hombres; 6 de cada 10 mujeres viven violencia intrafamiliar; una de cada cuatro mujeres ha vivido violencia sexual.

Las cifras en latinoamérica y en el Mundo no son menos alarmantes: 1 de cada cinco niñas/os, sufre violencia sexual en nivel mundial; en Latinoamérica 5 de cada 10 niñas y 4 de cada 10 niños ha vivido este tipo de agresión que implica serios daños en su fisiología, biología y desarrollo en general. Cuatro millones de mujeres, jóvenes y niñas, cada año, son objeto de compra y venta para ser prostituidas, esclavizadas, y obligadas a contraer matrimonio forzoso en muchos países del mundo. Más de 2 millones de mujeres y niñas son explotadas sexualmente en todo el mundo.

Estos datos, nos permiten observar que la problemática es muy preocupante y que se requiere actuar desde diversos espacios para aportar en su transformación.

Los medios de comunicación, mediante mensajes que reproducen estereotipos de mujeres y hombres que subordinan a la primera y la hacen objeto del hombre, ejercen una función importante en el fomento de estas inequidades y de la discriminación.
El Observatorio Ciudadano de la Comunicación, desde el inicio de su accionar en Cuenca, hacia el año 2004, ha realizado más de 15 estudios técnicos de mensajes de los medios de comunicación, centrando su análisis en diversos formatos: publicidades, noticias de televisión, programas de entretenimiento, noticias sobre violencia contra las mujeres, entre otros.

Uno de los objetivos de los estudios técnicos es contar con insumos que permitan evidenciar el uso permanente de estereotipos de mujeres y de hombres en los medios de comunicación; modelos que son justamente los sostenedores ideológicos de la problemática social actual descrita en párrafos anteriores. Con los resultados de estos estudios, se ha realizado un fuerte trabajo de formación, sensibilización e incidencia política.

Son muchos los hallazgos de estos estudios técnicos e investigaciones en medios de comunicación, aquí presentamos algunos datos que nos parecen relevantes para el tema en cuestión y que son resultados del último estudio técnico realizado en diciembre de 2012:

– Los mensajes publicitarios se dirigen a niños y niñas en un 22% del total – Del total de personajes que aparecen en la publicidad, un 18,65% son niños y niñas, es decir, casi la quinta parte. – Cuando se presentan a niñas y niños en la publicidad, las niñas están con apariencia elegante un 75% de casos, mientras que los niños lo hacen un 60% de los casos. – Las niñas y niños presentes en la publicidad están físicamente catalogados dentro del estereotipo occidental de belleza en un 91% de los casos, siendo las niñas quienes comparativamente, aparecen 10 puntos más que los niños con este atributo físico. – Los mensajes publicitarios protagonizados por niñas y niños, evidencian situaciones de subordinación para las niñas en un 80% de piezas mediáticas. – Por otra parte, si se toma en cuenta la presencia general de mujeres y de hombres de todas las edades; los hombres aparecen en primer lugar, ejerciendo poder o control sobre las mujeres (43%), luego como expertos o analistas (36%) y finalmente como objetos decorativos (15%) para anunciar cualquier tipo de producto; en cambio, las mujeres, aparecen en primer lugar como objeto sexual (55%), en segundo lugar, objeto decorativo (30%) y después, con un porcentaje bastante alejado, 12%, como analistas o expertas.

Estos pocos datos permiten afirmar que las piezas publicitarias están reforzando los estereotipos de género, mediante modelos y roles para mujeres y para hombres que no aportan a su pleno desarrollo. Si bien este tipo de mensajes podrían parecer inofensivos, al estar presentándose de manera reiterativa en los medios de comunicación, se ha analizado su íntima relación con la realidad descrita anteriormente.

Esta naturalización o normalización de la situación de inequidad, no es reforzada únicamente en los medios de comunicación, de hecho, su reproducción y sostenimiento social encuentra su base en las instituciones y espacios de relación social en las que nos desenvolvemos todo el tiempo y a través de las cuales pasamos de acuerdo a las diferentes edades de desarrollo: grupos familiares, escuela, colegio, universidad, espacios de trabajo, grupos de amistad, espacios públicos, etc. etc.

Los concursos de belleza que desde hace muchos años se llevan adelante para, entre comillas, resaltar y premiar los valores y las características femeninas, son también espacios en donde se reproducen y refuerzan estereotipos, y en donde además se refuerza el pensamiento social (imaginario) que promueve la valoración o consideración de la mujer como objeto y más específicamente como objeto sexual. Este tipo de concursos han sido criticados durante años, por estudios sociológicos que reflejan y explican la relación directa entre esta valoración y situaciones como la violencia hacia las mujeres, la trata de mujeres para explotación sexual, la violencia y el abuso sexual. Si consideramos a alguien como objeto, entonces se le puede tratar como tal.

El análisis anterior se puede ampliar para observar la realización de concursos de belleza en los que las protagonistas serían NIÑAS, con el agregado adicional, de que niños y niñas, son un grupo poblacional de especial protección por parte del Estado y por ello, existe una Doctrina de Protección Integral, con lo cual, queda claro que es el Estado el responsable de garantizar el ejercicio de derechos para niñas y niños.

Las mujeres adultas no requieren autorización expresa de otra persona para participar en este tipo de eventos; las niñas, requieren la autorización de una persona adulta para hacerlo. Si por un momento, dejamos de lado un evento como el que se propone y ponemos en otro contexto la autorización que pueden dar madres y padres imaginemos estas situaciones: – La niña quiere asistir sola a una fiesta para jóvenes o personas adultas; la madre le da permiso y esto sirve de aval para dejarla ingresar, por ejemplo, en una discoteca. – El niño quiere entrar a un show para hombres; el padre le da permiso y esto sirve de aval para dejarlo ingresar. – La niña sin saber, es entregada para tráfico sexual por un padre, madre o persona adulta a cargo que recibe dinero a cambio por esta “transacción”.

Solo al analizar estos casos, se puede observar que no basta la autorización de la madre o del padre para que niñas y niños realicen cierto tipo de actividades. En todos los casos anteriores, existe un Estado que impedirá o por lo menos, intentará impedir por todos los medios que niños o niñas, sean sometidos a este tipo de situaciones, que en lenguaje cotidiano, es violencia y según la Doctrina de Protección Integral, son claros hechos que atentan contra los derechos de niñas, niños y adolescentes; defender esto, es defender el “interés superior del niño o de la niña”.

En uno de los múltiples estudios que se han realizado al respecto de los concursos de belleza infantil, existentes en otros países, se ha dicho que “Generan una autoestima basada en la belleza temporal y ficticia: cuando se decide vestir de princesas a las niñas lo que se está haciendo es crear una autoestima y una idea de belleza basada en algo que no existe, es decir una princesa de cuento de hadas que nada tiene que ver con la realidad. En muchas ocasiones, dentro del mundo de las ideas de la infancia, no se logra entender que el concurso es temporal, y muchas niñas crecen con la idea de que siguen siendo esa princesa que cuando niña y nunca cambian su estilo de vestir lo que termina afectando su vida diaria al recibir criticas y ser criticadas en la escuela o en otros espacios, o inclusive en su vida futura”; en los últimos días hemos escuchado muchos comentarios al respecto de la personalidad desarrollada por una adolescente famosa en los Estados Unidos quien claramente está sufriendo las consecuencias del abuso durante su infancia para mantener una imagen artificial. En este mismo sentido, la propuesta del Senado Francés, “En contra de la hiper-sexualización: una nueva lucha por la igualdad”, insta a prohibir la ropa de adultos en tamaño para niñas, como los sujetadores con relleno y los zapatos de taco alto, y pidió poner punto final a las competencias para menores de 16 años; literalmente afirman: “No permitamos que nuestras niñas crean desde una corta edad que solo valen por su apariencia”.

Ni qué decir de la relación e implicaciones de los concursos de belleza infantil con problemáticas como la bulimia, la anorexia, o mucho más grave aún, la trata de niñas, o el abuso o violencia sexual contra las niñas.

Se podría argumentar por otro lado que este tipo de eventos fortalecen el autoestima o que potencian el desarrollo de la comunicación; se puede decir que estimulan la capacidad de hablar ante el público sin timidez; sin embargo, este mismo tipo de habilidades y aspectos positivos, se pueden lograr en eventos alternativos, que posibiliten la recreación y el desarrollo infantil, sin arriesgar la profundización de las problemáticas descritas; y por supuesto si es así, dirigidas a niñas y a niños.

La Constitución Ecuatoriana por su parte señala: “Las niñas, niños y adolescentes tendrán derecho a su desarrollo integral, entendido como proceso de crecimiento, maduración y despliegue de su intelecto y de sus capacidades, potencialidades y aspiraciones, en un entorno familiar, escolar, social y comunitario de afectividad y seguridad…”.

Con todas las consideraciones anteriores, y con base en los múltiples estudios técnicos e investigaciones realizadas por parte del Observatorio Ciudadano de la Comunicación, se recomienda al Concejo de la Niñez, no permitir la realización de este evento e iniciar un debate local con el fin de analizar otros eventos similares sobre los que anteriormente no se ha tomado posiciones, de manera que se pueda construir una política de regulación al respecto; pero sobre todo, de forma que las personas puedan analizar y conocer a profundidad las consecuencias de la realización de este tipo de certámenes, para mujeres de cualquier edad, y más aún, las implicaciones que tienen en el caso de las niñas.

Para revista Coyuntura

Sandra López A.

Quien puede regular que tire la primera piedra

Por: Sandra López A.

El sistema y los medios

Hace años hablar de venta y de compra implicaba la existencia de un bien, de una cosa, es decir de algo. Los términos venta y compra hoy, sin embargo, se utilizan para referirse a lo tangible y a lo intangible; las cosas y las ideas; se utilizan incluso para hacer referencia a elementos que antes hubiera sido imposible introducir en este circuito comercial: aire, agua, tiempo, oxígeno; o estados como la felicidad, el bienestar, la paz, la dignidad.

Se vende espacios, se compra espacios, se arrienda frecuencias, se paga derechos de uso, se contrata publicidad, etc.; hablar en este tiempo de los medios de comunicación, por lo tanto, es también introducirnos en este campo de la venta y la compra; los medios son hoy por hoy emporios comerciales, y la publicidad, uno de los principales instrumentos del mercado capitalista. Hoy el tiempo en los medios de comunicación, como todo en nuestro sistema: cuesta.

¿En qué momento los medios de comunicación se convirtieron en corporaciones mediáticas?, ¿quién permitió que tengan hoy el poder que tienen? Por supuesto el sistema capitalista; necesitaba y necesita de manera permanente un sostenedor del imaginario social, y qué mejor si este aliado puede llegar de manera individual a cada casa, a cada espacio social, a cada persona.

El carácter de empresa de los medios de comunicación en general, viene dado por el intercambio comercial que implica, es decir el comercio de la producción, de los espacios de difusión, todo, bajo las mismas reglas del sistema. El costo de la frecuencia por supuesto le conviene al Estado, que es quien administra, recibe y distribuye los recursos. El crecimiento en número y en poder de los medios de comunicación, en el Ecuador, va de la mano de un interés desde Estado para recibir recursos y por supuesto para utilizar su maquinaria. Si no existieran medios de comunicación masivos, comerciales, no habría lugar para difundir ampliamente y de manera efectiva la propaganda política, por mencionar solo uno de sus componentes.

Desde hace varias décadas se han entregado frecuencias para los medios de comunicación comercial, desde hace un buen tiempo los medios de comunicación han sido el principal instrumento para las campañas políticas electorales; los medios de comunicación con base en todo su potencial de llegada a las masas, han sido quienes a vista, presencia y comparecencia de los gobiernos de turno han colocado los temas que han considerado importantes en la agenda pública; unos gobiernos más, otros menos, han utilizado los medios de comunicación para fortalecer su imagen a través del pautaje permanente para la difusión de su obra o quehacer en lo público; y se compra el espacio sobre todo en los medios privados justamente por su carácter masivo y su amplia llegada.

En años recientes en el Ecuador sin embargo, ha cambiado el panorama; existen medios públicos propiamente dichos; existen otros medios que pertenecieron a grandes emporios comerciales que quebraron en la crisis bancaria y que han pasado a manos del Estado, convirtiéndose por lo tanto también en medios públicos.

La Constitución Política del Ecuador, 1998, explicitaba en su Artículo 81 la prohibición de publicidad que por cualquier medio o modo promueva la violencia, el racismo, el sexismo, la intolerancia religiosa o política y cuanto afecte a la dignidad del ser humano; en aquella época no existía ningún medio público; y por supuesto, con contadas excepciones, ningún medio privado acogía este mandato constitucional.

En el año 2008 se aprobó la nueva constitución en el país, producto de muchos años de construcción ciudadana, que en ese momento veían un espacio para lograr cambios profundos; el Artículo 19, recoge lo planteado en la constitución anterior y declara: La ley regulará la prevalencia de contenidos con fines informativos, educativos y culturales en la programación de los medios de comunicación, y fomentará la creación de espacios para la difusión de la producción nacional independiente; y continúa el artículo: Se prohíbe la emisión de publicidad que induzca a la violencia, la discriminación, el racismo, la toxicomanía, el sexismo, la intolerancia religiosa o política y toda aquella que atente contra los derechos.
En los últimos años, se ha encendido el debate sobre la necesidad de regular a los medios de comunicación: diversificación de su naturaleza (privada, comunitaria, pública), concentración de propiedad (empresas, medios), franjas horarias, contenidos, responsabilidad sobre la regulación, etc. Durante este tiempo, se ha evadido el proceso de concesión de frecuencias a medios comunitarios y se ha aceptado el cambio de propiedad de algunos medios de conocida propiedad empresarial hacia testaferros pertenecientes a los mismos emporios comerciales; durante este tiempo los medios públicos, excepto Radio y TV pública, han hecho caso omiso del principio constitucional declarado en el artículo 19; no se diga los medios privados netamente; y, durante este tiempo, se ha posicionado un mensaje frente a los medio de comunicación, “prensa corrupta”.

Desde su posesión el gobierno actual ha defendido la necesidad de establecer una Ley que regule y controle a los medios, los medios por su parte han llamado a esta propuesta “ley mordaza”, en alusión a lo que consideran una vulneración al derecho de libertad de expresión. El peligro de la polarización es la no posibilidad de selección, discriminación, debate, diálogo y negociación; la discusión entonces se resume en estar de acuerdo con la propuesta de ley, o ponerse del lado de la “prensa corrupta”.

Existen algunos hechos que merece la pena conocer: la inversión del gobierno para propaganda sobre su gestión, en el año 2007 fue de casi 7 millones de dólares (Infomedia); del total invertido, casi un 50% fue utilizado para promocionar al Ejecutivo, el resto difundió las obras de los distintos ministerios; en el 2011 el gasto en propaganda casi se triplicó, 18 millones de dólares; se ha anunciado que para el 2012 “solamente” llegará a unos 22 millones; muchas de las pequeñas municipalidades o juntas parroquiales estarían felices si pudieran manejar en su planificación anual una cifra cercana a esta; para tener una idea, los programas y proyectos de la municipalidad de Cuenca en el 2012, destinados para disminuir las brechas de inequidad de género, no llegan a los 120.000 dólares; El Municipio de Ponce Enríquez cuenta con un presupuesto de 3 millones de dólares para este mismo año; en otro cantón del Azuay, Sevilla de Oro, el presupuesto no llega a los 2 millones de dólares.

La inversión en publicidad y la compra de espacios en la “prensa corrupta” es una muestra de la inexistente dicotomía entre el Gobierno y los grandes medios de comunicación, quienes son los principales receptores de estos recursos del Estado para difundir sus mensajes propagandísticos; los medios de comunicación, por su parte, lejos de colocar en agenda los temas polémicos para la gestión del gobierno: concesiones petroleras, explotación minera, Ley de Tierras, Ley de Agua, denuncias de corrupción en los ministerios, Banco del Afiliado y el proceso de privatización del Seguro Social, la deuda del Estado al IESS, etc., han tomado una postura más bien pasiva de no confrontación, y también de aparente separación, mediante campañas a favor de la libertad de expresión.

Canales como GAMA TV o TC Televisión (antes medios privados) han continuado la difusión de programas sin tomar en cuenta el artículo 19 de la Constitución, el Código de la Niñez y Adolescencia, y ninguna de las Convenciones Internacionales firmadas por el Ecuador en el tema de derechos humanos y de regulación de contenidos en los medios de comunicación.

Tenemos entonces el siguiente panorama: los medios de comunicación comerciales son una de las principales herramientas del sistema de mercado; la publicidad y el capital que se mueve a través de ella y podemos decir lo mismo sobre la propaganda, no son, como se diría en Cuenca, “dos reales”, estamos hablando de grandes sumas de dinero que se mueven en torno a estos medios. En el Ecuador, no se ha dado muestras de cambio práctico hacia un nuevo modelo de desarrollo, lo que vemos hoy por hoy, es el mismo sistema capitalista y de mercado, con una cada vez más creciente intervención del Estado, no tanto para la regulación cuanto para la captación de capital (impuestos); los medios de producción continúan en manos privadas; si bien existe un aumento importante en los programas sociales, todavía se mantienen en nuestro país algunas medidas de focalización que no necesariamente implican una propuesta en el cambio de los factores que sostienen el sistema.

¿Nuevo sistema? ¿Nuevo paradigma? ¿Buen vivir? Apruébese o no la Ley de Comunicación es difícil que las cosas cambien porque la situación que vivimos es inherente al sistema y requiere de procesos profundos. De aprobarse la Ley, habrá redistribución de las frecuencias, eso quitará de la cancha quizá a las pequeñas empresas mediáticas, y se abrirá paso para medios comunitarios; sin embargo, los medios públicos continuarán en su rol, sostener el sistema; a los grandes medios por su parte, la Ley no les supondrá un cambio radical; el Consejo de Regulación, convertido en el “cuco” por su parte, será el aval para continuar como hasta hoy; amenazas, pequeñas sanciones, llamados de atención, uno que otro caso sonado como para calmar los ánimos, pero nada más; su conformación se convierte en un riesgo y dependerá directamente de quien esté en el gobierno. Si alguien se levantó pensando que la Ley de comunicación y su aprobación significará el fin de la supremacía de los medios privados, su libertad de empresa y que por fin existirá regulación en los contenidos, puede volver a sentarse, el cambio aún está lejos.

No vemos en la práctica el cumplimiento de la Constitución en el marco de los Derechos Humanos, no se busca construir mallas mediáticas que transformen el estado actual de cosas; se regularán los contenidos, dice la Ley, ya lo decía la Constitución desde el 98, nada ha cambiado, se vigilará las franjas, dice la Ley, desde las 10 de la noche hasta las 6 de la mañana; el Código de la Niñez aprobado en el 2003 en su artículo 46 habla también de las franjas horarias y nada ha cambiado. Hablar de regulación es pensar en cambios profundos que posibiliten recuperar el rol de los medios, aprovechar su gran potencial y desde ahí proponer nuevos paradigmas, difundir y valorar la diversidad, abrir espacio para todos los grupos sociales, sus problemas, sus preocupaciones, sus propuestas; construir mensajes que potencien las mejores cualidades humanas en lugar de propiciar la violencia y la discriminación como conductas justificadas y valoradas; en fin, el proceso de regulación es mucho más complejo de lo que se quiere presentar o “vender”.

El pasado 11 de abril se acordó la aprobación de la Ley de Comunicación artículo por artículo, momento crucial; quizá ahora finalmente se conozca y debata sobre cada artículo y se deje a un lado aquellas posturas de apoyar la Ley en su totalidad, aunque se difiera en algunos de sus artículos; la trampa de siempre: peor es nada. Al terminar la redacción de este artículo, aún no se daba la votación.

Tirando la primera piedra

Para no caer en el temido error de protesta sin propuesta, aterrizaremos hacia una experiencia concreta que existe en Cuenca desde hace 8 años.

El Observatorio Ciudadano de la Comunicación hizo su aparición pública en el año 2005 con la presentación del I Salón de la Comunicación, desde el inicio esta exposición se planteó como un espacio en donde la ciudadanía pudiera opinar sobre los mensajes de los medios, concretamente sobre las publicidades; la participación sería directa y la opinión se recogería mediante votos. La invitación se hizo para reflexionar sobre el contenido de las publicidades: cómo nos presentan a mujeres, a hombres, cuánto refuerzan situaciones de discriminación o violencia y cuánto aportan para una sociedad de respeto e igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.

Desde este espacio se generó formación y capacitación, reflexión y debate con periodistas, con estudiantes de comunicación y diseño; en varias ocasiones se planteó que los medios de comunicación dan a la gente lo que la gente quiere y que la publicidad u otro tipo de programas (entretenimiento, noticieros, etc.) se ajustan por lo tanto a esto que la gente pide; con el desarrollo de este I Salón de la comunicación se demostró que no es así.

Los votos y las opiniones, confirmaban que a la gente no le gustan muchos de los mensajes que recibe de los medios. El espacio fue validado; era necesario mantener y fortalecerlo como un medio concreto para la discusión, debate, reflexión y opinión sobre cómo hacer para que los mensajes de los medios, lejos de sostener discriminación, abuso, exclusión o violencia, hagan justamente lo contrario; es decir, se conviertan en espacios para el ejercicio de derechos, para fomentar el respeto entre las personas, para potenciar las mejores cualidades humanas.

En el marco de las acciones por el Día Internacional de las Mujeres, 8 de marzo, se llevó adelante año a año el Salón de la comunicación; la participación ha crecido, cientos, y luego miles de personas han asistido y opinado activamente; a decir de ellas, ha cambiado su relación con los medios: “desde que asistí al Salón de la comunicación, no he vuelto a mirar las publicidades sin analizarlas”.

Por otra parte, de manera periódica, el Observatorio realiza estudios técnicos de mensajes emitidos a través de los medios de comunicación con la finalidad de conocer la representación cuantitativa y cualitativa de mujeres y de hombres en el espacio mediático. Se ha realizado el monitoreo y seguimiento de mensajes publicitarios, programas de entretenimiento (farándula, concursos, comedias, etc.) y noticieros. Más de 15 estudios técnicos desde el año 2004, cuando inició el accionar de este espacio ciudadano.

Con base en los resultados del estudio técnico por un lado, y de las denuncias o aplausos que reciben determinadas piezas publicitarias por otro, se preselecciona la muestra que se presentará en el Salón año a año.

La última palabra tiene la gente a través del voto y el Observatorio con base en el estudio técnico y en los votos, entrega premios y sanciones; se logró también crear en Cuenca la Presea Dolores J. Torres (Municipalidad de Cuenca) para la agencia o medio que haya producido la mejor publicidad. Así decide y regula la gente los mensajes de los medios masivos de comunicación.

Este Observatorio es el único que conjuga tantos campos de acción (investigación, formación, participación, incidencia) y que en 8 años de trabajo ha logrado posicionarse en Cuenca y aportar desde el esfuerzo de todos los actores que lo conforman para que la comunicación local se enmarque en la perspectiva de derechos humanos. Las agencias y medios de comunicación local, han escuchado las voces de la participación ciudadana en los Salones de la Comunicación y comienzan a cambiar, quieren llevarse el premio, no quieren ser sancionadas.

Para ilustrar la situación de los mensajes mediáticos en el género publicidad, a continuación tenemos algunos indicadores presentados en paralelo a indicadores sociales desde la perspectiva de género en nuestro país:

El último estudio técnico entre sus conclusiones plantea: en relación a los roles, cuando el rol es el de cuidado de la casa, son las mujeres las que lo protagonizan en un 96% de los casos; mientras que los hombres son más visibles en roles de ejecutivos, agentes de seguridad, técnicos, comerciantes y deportistas.

Las mujeres en nuestro país, reciben hasta un 34% menos de salario por exactamente la misma labor que los hombres.

En otro ámbito, el estudio técnico concluye que la mayoría de personas que aparecen en función de “servir” son mujeres. Por su parte, los hombres aparecen mayoritariamente ejerciendo poder, dando opinión como expertos y siendo servidos.

Si sumamos los mensajes de los medios que presentan: término a) las mujeres en la casa, sirviendo y encargándose de todo lo relacionado con su cuidado; término b) los hombres siempre profesionales, dirigiendo empresas y decidiendo todo el tiempo; tenemos un resultado expresado como término c) en la vida real y entonces, en las 23 provincias del país, encontramos solamente 2 mujeres prefectas; el caso de las alcaldías es otro claro ejemplo: en el Guayas, entre las 25 municipalidades, solo encontramos 2 alcaldesas; en Quito, 1 de 8, en el Azuay, 2 de 15 y si vemos otras provincias como: Imbabura, Cotopaxi, Esmeraldas, El Oro o Cañar, por mencionar solo algunas, no encontramos ninguna alcaldesa.

También en los diversos espacios de reflexión con representantes de medios de comunicación y agencias de publicidad se ha planteado la incongruencia de pretender que la audiencia reaccione como autómata frente a los mensajes de los medios, que para algo tenemos discernimiento y libertad de elección; que decir esto es ofender el raciocinio de la gente.

Lamentablemente en sociedades de inequidad como la nuestra, en donde el acceso a conocimiento y a formación de calidad es una excepción, en donde se tiende a fomentar la educación masificadora en lugar de la reflexión y el librepensamiento, no podemos decir que de verdad exista discernimiento o libre albedrío; el requisito fundamental para que los mensajes de los medios no influyan de manera automática en el comportamiento de las personas es la garantía de formación, la existencia de fuentes de información diversas y con referencias verídicas, la posibilidad de consulta y de selección; en la actualidad no contamos con este conjunto de condiciones, la información y mensajes en la mayoría de los medios son fuertemente sensacionalistas y no presentan investigaciones a profundidad; en ese contexto, los mensajes de los medios influyen más de lo que quisiéramos, más de lo que podamos aceptar, en el comportamiento de las personas, en la construcción de sus creencias e ideales, en sus aspiraciones y modelos.

Pero continuemos con unos pocos datos más; en el estudio se encuentra que los hombres se muestran más que las mujeres con atributos físicos como fuertes y activos, mientras que las mujeres se presentan en las publicidades como débiles y pasivas. En la misma línea de variables, los personajes presentados como pasivos, dependientes, vanidosos y seductores son en su mayoría, y con amplio margen, mujeres; a diferencia de los personajes conquistadores, mujeriegos y autónomos que son en su mayoría hombres.

Finalmente, dentro de los atributos físicos y en directa relación con la función de la mujer en la publicidad, su principal atributo es el de objeto decorativo, seguido por el de objeto sexual. Ambas funciones, pero sobre todo la de objeto sexual, presenta a las mujeres con su cuerpo segmentado, es decir; primeros planos de piernas, labios, nalgas o busto; esta segmentación es una de las principales características de la cosificación de las personas; no vemos personas enteras, íntegras, vemos solo pedazos, vemos solo cosas.

Si tomamos ahora los resultados del Estudio: Violencia de género en el Ecuador, realizado por el INEC en noviembre de 2011, y que se ha dado a conocer en los últimos días, 6 de cada 10 mujeres sufren violencia en nuestro país; violencia de género, no violencia delincuencial, no violencia estructural, violencia solamente por el hecho de ser mujeres.

Por su parte, la Fiscalía del Azuay, en sus estadísticas 2010 – 2011 afirma que del total de casos de violencia sexual, el 95% tienen por víctimas a mujeres, niñas, adolescentes, adultas, adultas mayores; mientras tanto, los medios de comunicación continúan presentando a las mujeres como objeto al servicio de los hombres, como objeto sexual sin sentimientos, sin pensamientos; a los hombres como fuertes, valientes y poderosos… quizá tengamos la tentación de cerrar los ojos, pero desde nuestro punto de vista, estamos ante una nueva operación matemática con resultado muy claro.

El Observatorio Ciudadano de la Comunicación, no intenta satanizar a los medios, convertirse en un jurado calificador o ser un espacio de censura. Por esto se plantea este espacio como un foro ciudadano, sustentado en la participación directa de la gente.

En Cuenca durante estos 8 años, la producción mediática ha cambiado y está cambiando, las publicidades son mejores, los mensajes son creativos, lo que demuestra que la iniciativa es válida, que es posible hacer un trabajo conjunto entre mujeres, hombres, instituciones y empresas mediáticas, autoridades locales, organizaciones y redes.

El estudio técnico es claro en sus conclusiones, es evidente que en general, la publicidad aporta al mantenimiento de imaginarios patriarcales y machistas que conciben a las mujeres como objetos, como personas al servicio de otras personas y sin poder de decisión o autonomía; en cambio a los hombres como personas con poder, expertos y con privilegios; la propuesta del Observatorio es que a más de estos hallazgos e insumos estadísticos, sea la gente la que se pronuncie, la que opine, la que de su voto por lo que le gusta y lo que definitivamente no le parece.

¿Cómo plantear entonces el tema de la regulación? Desde el Observatorio Ciudadano de la Comunicación de Cuenca, se plantea la práctica certera y convencida de que la ciudadanía es la única que puede y debe decidir lo que quiere recibir y que es obligación del Estado como garante para el ejercicio de derechos, aportar para el desarrollo de esta conciencia crítica; solo entonces, podremos hablar del derecho a la comunicación y a su ejercicio; cuando convirtamos a los medios de comunicación en puntales para alcanzar también el ejercicio de los derechos humanos y su plena realización.

Sol quieto

Sandra López A.

Sol quieto

Por: Sandra López A.

Entramos a un nuevo ciclo de la tierra, el 21 de junio llegamos como planeta al punto más lejano de nuestra órbita y comenzamos el retorno; desde la tradición indígena en Los Andes, hemos comenzado el año nuevo.

Física y geográficamente, los solsticios se generan en la variación de la inclinación del eje de la tierra sobre su plano de órbita combinada con el movimiento de traslación alrededor del sol. Si bien en nuestro país, la duración del día no presenta mayor variación, al norte del planeta han tenido el día más largo; y, al mismo tiempo en el sur, el día más corto del año.
Diversos pueblos indígenas han realizado la ceremonia para “amarrar al sol” (intihuatana), porque desde tiempos ancestrales saben que sin el sol, la vida en la tierra sería imposible; por eso le honran, por eso le agradecen, por eso le festejan, por eso le piden que continúe protegiéndonos, abrigándonos, iluminándonos; que no se vaya más lejos, que no se quede quieto por mucho tiempo.

Desde hace algunos años se viene impulsando en algunos casos la recuperación, en otros la ampliación y difusión de la ceremonia del Inti Raymi que de manera escondida lograron mantener después de la invasión española; ahora, cada año diversos pueblos y comunidades indígenas convocan a participar en este ritual. Miles de personas aceptan la invitación, nacionales, extranjeras, blancas, mestizas o indígenas; por curiosidad, por tradición, por turismo, por interés académico, por ser parte de la vida, porque está de moda, por solidaridad, o como una forma de generar nuevas lealtades con nuestros orígenes. Cada año es mayor el número de asistentes a la ceremonia del Inti Raymi, en el Cusco, por ejemplo, cuna del Imperio Quichua, se paga hasta 150 dólares por ocupar un lugar en el graderío de Sagsayguaman para observar la ceremonia.

Dejando fuera el detalle anecdótico, la cuestión sería cómo lograr que este número cada vez mayor de personas pueda, a partir de la ceremonia, retomar el sentido del rito. Recordemos que desde el origen de la humanidad los ritos han servido para recordar quién sostiene la vida y agradecer al agua, al viento, al sol, a las direcciones que tenemos gracias a su existencia, a la luna, a la tierra por habernos regalado esta oportunidad en este pequeño punto del universo

Del latín sol sistere (solstitium) que significa sol quieto, este solsticio nos deja nuevamente al inicio de un ciclo; desde la quietud del sol, a partir de la observación de esta maravilla, ¿qué queremos construir para nuestro planeta?. Estamos en un punto crítico y no podemos posponer la respuesta.

VII Salón de la Comunicación

Sandra López A.

VII SALON DE LA COMUNICACIÓN

Por: Sandra López A. GAMMA

Las mejores leyes son aquellas que la gente conoce y utiliza; mientras los cambios y los pedidos ciudadanos se guarden delicadamente en papeles o en archivos digitales, ningún marco legal será suficiente para que las personas ejerzamos nuestros derechos.

El derecho a la comunicación es una tema actual y de mucho interés en las agendas políticas de muchos países en Latinoamérica; en Ecuador, la Ley de comunicación al no encontrar vía para su promulgación, ha colado uno de sus principales puntos de debate en la próxima consulta popular. ¿Quién debe regular a los medios de comunicación? es la pregunta clave y el centro de la discusión. En Cuenca existe un espacio probado para la participación y regulación en esta materia.

Nuestro marco legal, desde 1998 reconoce y garantiza derechos en los medios de comunicación, por ejemplo, regula la producción para evitar la discriminación o la violencia; sin embargo en la práctica, esto no se traduce. Los contenidos de los mensajes de los medios (en su diferente programación y formatos: noticias, entretenimiento, publicidad, etc.), continúan presentando de manera estereotipada a un grupo de personas; es decir, continúan presentando modelos aparentemente fijos e inmutables para mujeres y para hombres, mujeres en la casa, hombres en la empresa; mujeres vanidosas o madres, hombres fuertes y libres; los mensajes en los medios continúan sin presentar a las personas en su diversidad. Continúa la burla y el humor basados en la discriminación y en las diferencias.

Mientras el artículo 19 de la Constitución 2008 (artículo 80 en la Constitución del 98) expresa claramente que “se prohíbe la emisión de publicidad que induzca a la violencia, la discriminación, el racismo, la toxicomanía, el sexismo, la intolerancia religiosa o política y toda aquella que atente contra los derechos”; en la práctica sucede generalmente lo que está prohibido.

En Cuenca, se ha creado y fortalecido desde el año 2004 un espacio ciudadano en el que la regulación la hacen las personas, un espacio de participación directa y de opinión crítica; un espacio de aprendizaje, debate y reflexión. Cada año, se abre una muestra de mensajes publicitarios seleccionados de entre todas las denuncias recibidas durante el año, con base en los estudios técnicos de mensajes.

En este espacio, el Salón de la Comunicación, la ciudadanía da su voto por aquellos mensajes que no están permitidos por la Constitución 2008, por el sexismo, la discriminación y la violencia que transmiten, pero también se selecciona aquellos a cuyos equipos de producción se debería felicitar por el aporte que hacen para una mejor sociedad.

El próximo lunes 14 de marzo, se inaugura una nueva edición del Salón de la Comunicación en nuestra ciudad en su edición número 7, y estará abierto al público durante toda la semana. La regulación es producto de la participación, única garantía de la democracia.

¿PRESEA DE LA DISCORDIA?

Sandra López A.

¿PRESEA DE LA DISCORDIA?

Por Sandra López. GAMMA

De ninguna manera. La Presea Dolores J. Torres, entregada por el H. Concejo Cantonal de nuestra ciudad, el pasado 12 de abril a la Agencia de Publicidad Trilogía Producciones, compartida con la empresa “Divas Lencería”, fue otorgada, como en años anteriores, con base en la opinión ciudadana expresada en el VI Salón de la Comunicación.

Desde 2004, el Observatorio Ciudadano de la Comunicación, como parte de su misión, organiza una exposición abierta para que el público se pronuncie a través de su voto, sobre lo que considera es sexista en la producción de mensajes mediáticos, y, lo que no es sexista. Los votos se hacen sobre mensajes de radio, prensa, televisión y gigantografías en nuestra ciudad; es éste un ejercicio ciudadano que aporta a la construcción de una cultura mediática y que responde al interés de las personas que habitamos Cuenca.

La muestra de publicidades que se ubican año a año en el Salón de la Comunicación, es tomada de los estudios técnicos de mensajes que se realizan de manera permanente; los votos ciudadanos obtenidos en el VI Salón de la Comunicación, sumados al resultado técnico que se obtiene de una base de datos, conforman el veredicto sobre quiénes podrían hacerse acreedores o acreedoras al reconocimiento ciudadano, por su trabajo en busca de una cultura de respeto de los derechos humanos y sobre todo de los derechos de las mujeres. De otra parte, este mismo sistema nos permite conocer a quiénes la ciudadanía sanciona por estar atentando con su trabajo de producción y difusión en los medios de comunicación, contra la dignidad de las personas y que fomentan la discriminación y la inequidad.

Este año, el VI Salón de la Comunicación contabilizó un total de 2.351 votos. Su resultado se envió al Concejo Cantonal con la nominación respectiva que fue considerada para la entrega de la Presea Dolores J. Torres, creada expresamente para reconocer “a la persona o institución que haya aportado significativamente al fomento de una sociedad equitativa por medio de la producción y difusión de mensajes no discriminatorios en los medios de comunicación social” (ordenanza municipal 204).

Queremos destacar que la Presea Dolores J. Torres, es la única en nuestra ciudad que se entrega con base en un proceso participativo y analítico: la votación ciudadana directa expresada en el Salón de la Comunicación; y, el monitoreo de mensajes, realizado por el equipo técnico del OCC, de manera sistemática.

El Observatorio Ciudadano de la Comunicación en nuestra ciudad, experiencia pionera en el país, ha logrado iniciar un proceso diferente marcado por un nuevo espíritu en las relaciones de coordinación interinstitucional y, generando persistentemente espacios directos para la participación ciudadana, crítica, reflexiva, propositiva. 2.351 voces, son el mejor testigo. Felicidades a las galardonadas el pasado 12 de Abril con la Presea Dolores J. Torres.

DESPUES DE LAS CELEBRACIONES DEL 8 DE MARZO

Sandra López A.

DESPUES DE LAS CELEBRACIONES DEL 8 DE MARZO

Por: Sandra López A. GAMMA

Hemos asistido durante todo el mes de marzo a un conjunto de actos y celebraciones, todas, dicen, en honor al Día Internacional de la Mujer; a 100 años de la instauración de esta fecha y de todo lo que ella significa.

Firma de acuerdos, conciertos, obras de teatro, homenajes, marchas, entre otras fueron las principales actividades en este mes de marzo; sin embargo, el propio 8 de marzo, algunos homenajes en instituciones públicas, privadas, establecimientos educativos, etc., retomaron justamente aquellos estereotipos de género que son una de las principales causas para la discriminación, violencia, abuso y exclusión de las mujeres.

Aquellos calificativos como “pilar de la sociedad”, “mujer sublime”, “madre ejemplar”, “esposa abnegada”, “hija dedicada” entre otros, no han venido necesariamente de la mano de políticas públicas que garanticen el ejercicio de derechos; ser pilar de la sociedad no ha significado que tengamos iguales salarios que los hombres; ser madres, esposas o hijas ejemplares, abnegadas o dedicadas, no ha posibilitado que las mujeres que se dedican al trabajo reproductivo tengan garantías laborales, prestaciones o seguridad social; tampoco ha coadyuvado al cambio en la visión sobre la responsabilidad familiar de la que los hombres han sido excluidos; y claro, no podemos hablar de sublimidad si 7 de cada 10 mujeres sufren violencia doméstica.

Celebrar implica tomar conciencia de los pasos que nuestra sociedad aún no ha dado para garantizar el ejercicio pleno de los derechos de las mujeres en igualdad de condiciones con nuestros compañeros, los hombres; implica también conocer que para que en la actualidad podamos hablar públicamente de nuestros derechos y exigirlos, muchas mujeres dieron su vida (obreras, artesanas, sindicalistas, artistas, curanderas, feministas) porque tomaron la decisión de decir ¡BASTA! Basta de que no nos vean, basta de no ser personas, basta de no poder hablar, de no poder estudiar, basta de tener que ser al mismo tiempo santas y brujas.

Así como ayer, las demandas continúan porque si bien “las cosas han cambiado”, no han cambiado lo suficiente. Somos el 51% de la sociedad y aún no accedemos a un ejercicio real de nuestros derechos, somos el 51% de la sociedad y todos los días sufrimos violencia: en la casa, en la calle, en la escuela, en el trabajo; somos el 51% de la sociedad y todavía no vemos en nuestros Estados una representación paritaria de mujeres y de hombres; somos el 51% de la sociedad y continuamos recibiendo un salario inferior que un hombre por exactamente la misma labor.

Celebrar el 8 de marzo no es regalar una flor y decir “feliz día”; celebrar el mes de marzo es dar pasos hacia una condición diferente, conmemorar entonces implica reforzar compromisos de responsabilidad individual y colectiva; es entonces actuar decididamente para que el 100% de la población goce efectivamente de sus plenos derechos.

Seguridad en la casa, seguridad en la calle

Nidya Pesántez Calle

Seguridad en la casa, seguridad en la calle

Por: Nidya Pesántez Calle

La seguridad ciudadana es un tema que nos compete a todas las ciudadanos y ciudadanos de cualquier comunidad, país o continente. Por esta razón en nuestra ciudad las mujeres de diversos rincones del país y fuera de él, se dieron cita en el Foro Internacional, “Seguridad Ciudadana y Violencia de Género”, realizada en el marco de la campaña “16 días de acción en contra de la violencia hacia las mujeres”.

Hasta antes de este foro, el debate sobre la seguridad ciudadana ha sido realizado al margen del espacio privado, es decir, al margen de los hogares; hemos dado por hecho que hablar de seguridad en las ciudades y en las comunidades se refiere exclusivamente a lo que sucede fuera de las casas, se analiza únicamente aquello que se vive en las calles. Esto se debe a que partimos de un concepto errado, vemos a la casa como el lugar tranquilo y seguro en el que las personas estamos protegidas; sin embargo, los indicadores sobre violencia doméstica en nuestro país nos muestran otra realidad:

• 4 de cada 10 niños, niñas y adolescentes de 5 a 17 años afirman haber recibido maltrato de sus padres cuando no obedecen o cometen una falta (fuente SINIÑEZ 2008)
• El 23,8% de las mujeres entre 15 a 19 años han sido víctimas de maltrato físico, 22,5% de maltrato psicológico y, el 27,8% de otro tipo (fuente SINIÑEZ 2008)
• 46% de mujeres (2’455.302 mujeres en todos su ciclo de vida) en Ecuador refieren haber vivido violencia física, psicológica o sexual (Endemain, 2004)
• El 64% de muertes violentas de mujeres registradas en la prensa son por Femicidio, es decir, son mujeres asesinadas por sus parejas (J. Ponton – 2009)
• Según la OMS, la violencia ejercida contra las mujeres es la principal causa de muerte para mujeres entre 15 y 44 años, superando incluso las muertes por cáncer, accidentes de tránsito y malaria

Nos preguntamos: ¿si la familia es la célula de la sociedad y si esta célula es violenta, podemos tener sociedades no violentas? Evidentemente, no.

No podemos hablar de sociedades seguras si las familias que constituyen dichas sociedades no son seguras, si dentro de las familias existe violencia, si la violencia es percibida como un elemento cotidiano que “posibilita disciplinar” a quienes constituyen dicho núcleo humano. Una sociedad segura depende de la construcción de familias seguras.

El compromiso de las personas presentes en el foro y de las expositoras con la construcción de una vida libre de violencia nos da la pauta de que es posible levantar sociedades diferentes, justas, solidarias y sin violencia.

Celebrar la vida (Por: Nidya Pesántez Calle)

CELEBRAR LA VIDA

Por: Nidya Pesántez C.

María Amor, la casa de acogida en Cuenca… ¿por qué una casa de acogida? ¿Por qué una casa para recibir a las mujeres? ¿Por qué no hay una para hombres? ¿Por qué no un albergue temporal? ¿Por qué no el trabajo mixto? ¿Por qué hablar de violencia contra las mujeres?… ¿Qué pasará cuando una mujer cruce su puerta para entrar en nuestra vida? ¿Qué necesita una mujer para salir del círculo de la violencia? ¿Somos nosotras, en la casa, las que romperemos el círculo? ¿Quién lo hará? ¿Cuáles son nuestros horizontes? ¿En dónde están nuestros límites? ¿Qué pasará cuando una mujer cruce la puerta para dejar la casa?

Responder a éstas y otras muchas inquietudes dio como resultado la metodología que hoy María Amor nos entrega generosamente para colorear la vida, para desplazar la sombra que nos impide ver cómo la violencia nos destroza individual y colectivamente, para diluir entre hermosos tonos ese pensamiento que nos hace aceptar como normal que la felicidad, que el encanto, que la plenitud no son posibles porque nos han contado que la violencia es parte de nuestra naturaleza. La metodología, al responder estas preguntas, creó un camino que nos lleva a un escenario en el que la vida se presenta como un sortilegio que nos puede sorprender gratamente y no como un destino fatal que ya está escrito y del que no podemos escapar.

Las mujeres que nos abren sus puertas en María Amor, plasman en este documento el enfoque y la ruta que guían su tarea; al leer sus páginas podremos encontrar con claridad dicho enfoque y dicha ruta en el ánimo que inspira el trabajo diario y que nos atrevemos a sintetizar en una palabra: afecto.

Todo está destinado a recuperar el sentido de celebración de la vida; es decir, la metodología está prevista para que las compañeras que son acogidas y el equipo que las acoge, recuperen la posibilidad de cantar su canto, bailar su danza, pintar su paisaje y escribir su historia con sus propias manos, con sus propias voces, en sus propios tonos, con su letra propia y con su propios movimientos… Por ello, nada es impuesto, por ello nada es cadena, por ello todo será producto de la decisión libre y autónoma de cada compañera. Y allí está uno de los elementos esenciales, una de las sustancias que perfuma la tarea: construir autonomía, aprender a ser las hacedoras de nuestro destino.

Este elemento esencial lo descubrimos dentro de la metodología cuando el equipo nos habla sobre la acogida: “Acoger a una persona no implica solamente cobijarla, abrigarla y dotarle de alimento, significa, sobre todo, impulsar su sanación, es decir, aportar en el fortalecimiento de sus destrezas físicas, intelectuales y espirituales de tal manera que recupere las ganas de vivir con plenitud, que recobre la alegría y la luz que hacen de ella un ser humano completo, perfecto…”

Este acompañamiento para celebrar la vida que María Amor pone hoy en nuestras manos, se enriquecerá con la reflexión de cada una y de cada uno de ustedes, con la adhesión de cada ser humano que abra los ojos, que se libere de la sombra de la naturalización de la violencia y que decida poner colores en su vida, y que ponga nuevas letras en sus cantos, nuevas imágenes en sus sueños, sin estereotipos, sin destinos fatales, sin discriminación y sin indolencia.

Vamos a celebrar la vida, somos nosotras, son ustedes las únicas y los únicos capaces de hacer la transformación posible. Hoy nos han dado una herramienta… ojalá un día la tengamos en un museo recordándola con cariño como un instrumento que nos impulsó a dar el salto, pero que dejó de ser necesario porque nuestra especie decidió finalmente ser humana.

LA AUDIENCIA OPINA

Sandra López A.

LA AUDIENCIA OPINA

Por: Sandra López – GAMMA
Fecha: martes 11 de abril, 2006
Luna llena

Los últimos acontecimientos sucedidos en el país en el marco de las movilizaciones contra el TLC nos colocan ante un triste panorama.

El pasado sábado en el programa Mujeres en la Radio, la audiencia se pronunció sobre las manifestaciones y la violencia generada en nuestra ciudad durante la semana pasada. Las personas denuncian las acciones autoritarias y prepotentes acontecidas en nuestra ciudad, también reprochan la incoherencia y la desfachatez en el Ministerio de Gobierno, antes se tenía un discurso y ahora se actúa justo desde la otra orilla, los acontecimientos –dicen- no pueden ser analizados de forma aislada, estamos en un momento de gran presión sobre nuestro país y todas las represalias en contra de indígenas y estudiantes –que son los únicos grupos que están defendiendo a nuestro país, según la audiencia – son la evidencia de que el TLC es un proyecto de muerte, que, en medio de negociaciones secretas y sin la suficiente difusión, colocará a nuestro país en una situación todavía peor que la actual.

Se criticó el daño a la propiedad privada, es consecuencia dijeron, de la falta de voluntad y apertura para el diálogo por parte del Gobierno, en nuestro país está demostrado piensan algunas personas que la única manera de que nos escuchen es a través de las bullas y las piedras. Nadie está de acuerdo con la violencia en las calles, pero la violencia de las armas, solo puede provenir de quien tiene poder y autorización para utilizarlas, una vida más ha sido sacrificada para denunciar un Tratado injusto y engañoso que se nos quiere imponer por la fuerza, dijo alguien.

Todas las voces corroboraron que el gobierno y sus personeros son los únicos culpables de todo el irrespeto que se está causando en contra de los derechos humanos. No puede ser posible que en nuestro país las personas indígenas no puedan viajar tranquilas y sean maltratadas e irrespetadas en su dignidad a cuenta de la seguridad nacional. No puede ser que acusemos al sector indígena de la falta de estabilidad en el país, cuando la falta de estabilidad la han provocado quienes están en el poder y no quienes carecen de voz y de espacios de opinión en el Ecuador.

Se propuso la creación de un Observatorio de la represión, un espacio ciudadano que pueda exigir a las autoridades la investigación exhaustiva y pública de la violencia aplicada en contra de jóvenes que defienden la soberanía de nuestro país…inclusive con su vida. Existen espacios de defensa y vigilancia de los Derechos Humanos, sin embargo, se tiende con frecuencia a quitarles legitimidad diciendo que solo sirven para proteger a delincuentes. Si se va a encarcelar o a disparar contra todas las personas que no quieren que el Ecuador firme el TLC, se tendrá que pensar desde ya, en dónde se colocará a esta población que cada día crece y que no quiere poner en subasta la vida de quienes habitamos en este lugar.