JANNET ALVARADO
(Cuenca, 11 noviembre de 1963), Música, pianista y compositora, desde su niñez se destacó por su habilidad y su amor al piano y más tarde a la composición; inquieta por desarrollar su potencial, inició su aprendizaje observando las clases de piano que recibía su hermana, pronto a muy corta edad demostró su habilidad y sorprendió a su familia, esto motivó a su padre a contratar profesores particulares de piano hasta que posteriormente ingresó al conservatorio.
Creció escuchando música de diferentes culturas, música tradicional latinoamericana, música clásica de muchos lugares; ella considera que la gran motivación de su vida, fue la pasión de su padre por la música.
Por su gran destreza con el piano, Jannet tuvo buenas oportunidades de salir del país, las mismas que no pudieron hacerse efectivas debido a su corta edad, hecho que fue un impedimento para sus padres; sin embargo, continuó sus estudios porque sabía que el nivel que deseaba alcanzar aún le exigía trabajo y constancia, sentía que estaba en su camino pero necesitaba un rico en cultura, arte, en muchas áreas que se relacionan con la música. A su corta edad empezó a escribir en el pentagrama, obras ligeras, obras cortas, componiendo armonías.
Un concierto de Arturo Rodas le abrió el panorama sobre la música contemporánea, música compleja que requiere mucho estudio, y sin darse cuenta empezó a escribir música partiendo de la autoformación en composición.
Pasó del nivel de composición en donde el músico se imagina una melodía y escribe, o tararea un sonido y luego compone, llegó al nivel de conocer los instrumentos, de conocer una orquesta sinfónica, al nivel de conocer varios estilos, como en todas las artes, entendió que el camino era bastante complejo, pero el estudio, el contacto con compositores formales le permitirían tener el conocimiento para componer sus obras.
Más tarde viajaría a España lo que le permitió a la artista encontrar lo que necesitaba para crecer más allá de lo que en ese momento Cuenca y Ecuador le permitían; esta experiencia le abre nuevos panoramas y le da el sendero para mejorar su línea musical.
En el 89, escribió una obra para la orquesta sinfónica llamada “De las Concesiones”, que tiene un lenguaje contemporáneo, a partir de ello muchas personas que conocían la faceta de pianista empezaban a conocer la de compositora también. Asistía a varios encuentros de música contemporánea que le permitía componer y conocer diferentes estilos del siglo XX.
Entre sus composiciones incorporó poesías de Efraín Jara, Cristobal Zapata, Galo Torres, Sara Vanegas, Roy Siguenza, en busca de la relación con la literatura, debido a sus estudios universitarios en Lengua y literatura y a su simpatía por este arte, aprovechó para componer una serie de estilos contemporáneos propios con poesía, una interacción de música y palabras, sin duda un ciclo muy especial para esta compositora.
Actualmente esta componiendo una ópera que como manifiesta: “no quiere y no tiene por que imitar”, con gran pasión porque considera a la música parte de su vida y considera que como a cualquier arte, la música exige que se mantenga en una búsqueda permanente
Licenciada en Musicología, desde muy joven, profesora de piano en el conservatorio, luego en la Universidad del Azuay en donde se graduó, ha procurado desarrollar las destrezas de sus estudiantes, profundizar al máximo en las enseñanzas, impulsar a que aprecien el arte y que sean exigentes consigo mismos para alcanzar los mejores niveles en los diferentes instrumentos, demostrando que la música requiere esfuerzo y que quién no lo sienta de esta forma, no llegará lejos a la meta.
Actualmente es miembro del Consejo de Escuela, Profesora de Análisis Musical, Armonía, Pensamiento Musical y Coro de la Universidad de Cuenca de la Facultad de artes de la escuela de música, convencida que la inspiración no viene del talento, sino del trabajo. Con presentaciones en conciertos de piano y órgano clásico dentro y fuera del país, composiciones para formato orquestal, de cámara, electroacústico y de piano interpretadas dentro y fuera del país. Profesora del Conservatorio “José María Rodríguez”.
Y desde otros espacios ha elaborado ensayos y artículos sobre crítica musical y etnomusicología, artículos en revistas y diarios de arte, con el fin de desarrollar un pensamiento artístico en las personas.
Participó en la Banda sonora para el cuento “Julián en el Barranco”. Realizó el ensayo: El Tono del Niño cuencano para la revista del CIDAP artesanías de américa.
Signos contrahegemónicos
Las mujeres como en otros espacios tienen limitaciones, pero el trabajo y el esfuerzo ha logrado posicionar a Jannet Alvarado como una representante de las mujeres en este ámbito, mostrando que no es suficiente el talento, que estar entre las mejores es cuestión de ver más lejos de lo que la sociedad nos muestra, de sentir que los sonidos nos transportan a lugares diferentes, a culturas diferentes, a emociones diferentes y que es necesario explorarlos y romper con las fronteras del pensamiento.