Nosotras Sororalmente

Nosotras Sororalmente
Por Elsa Lever M.
Fuente: www.mujeresnet.info \“MujeresNet\”

En mi correo apareció un mensaje titulado Las amigas curan. Supongo que ya les ha llegado a muchas de ustedes. En el contenido del mensaje se dice que un estudio publicado por la Universidad de Los Ángeles, California, indicaba que la amistad entre mujeres “es verdaderamente especial”. Se descubrió que las amigas “contribuyen al fortalecimiento de la identidad y protección de nuestro futuro” y “nos ayudan a recordar quiénes somos realmente”. Después de 50 años de investigaciones se señala en el texto “se identificó que existen sustancias químicas producidas por el cerebro que ayudan a crear y mantener lazos de amistad entre las mujeres”. Los efectos de los lazos de amistad impactan hasta en la salud, pues según el estudio, “tener amigas nos ayuda no solamente a vivir más, sino también a vivir mejor”.

En el feminismo esta idea de la amistad entre las mujeres es fundamental. Sólo que aquí se llama sororidad (las francesas le dicen sororité, del latín sor, cuyo significado es hermana. Las italianas dicen sororitá, y las feministas de habla inglesa la llaman sisterhood), y trasciende lo social: los lazos de amistad trastocan lo político. La alianza de las mujeres, dice la feminista Marcela Lagarde, busca “crear espacios en que puedan desplegar nuevas posibilidades de vida”.

La palabra sororidad se deriva de la hermandad entre mujeres, el percibirse como iguales que pueden aliarse, compartir y, sobre todo, cambiar su realidad debido a que todas, de diversas maneras, han experimentado los mismos obstáculos, problemas y discriminación. Sororidad es la “amistad entre mujeres diferentes y pares, cómplices que se proponen trabajar, crear y convencer, que se encuentran y reconocen en el feminismo, para vivir la vida con un sentido profundamente libertario”, explica Lagarde.

Se habla de que no hay peor enemigo de una mujer, que otra mujer. Falso. Porque esa enemistad ha sido construida socialmente y reproducida por nosotras mismas. En la sororidad se encuentra la posibilidad de eliminar la idea de esa enemistad histórica entre mujeres. Marcela Lagarde explica que así como duele más la incomprensión, los ataques, la competencia y el autoritarismo femeninos, en esa misma medida “los hechos positivos entre mujeres, marcados por claves de alianza, potenciación colectiva, y la consecución de mejores condiciones de vida para las mujeres tiene una doble repercusión subjetiva”.

Además, no se trata sólo de solidaridad, porque ésta “tiene que ver con un intercambio que mantiene las condiciones como están; mientras que la sororidad, tiene implícita la modificación de las relaciones entre mujeres”.

La sororidad es una fuente de autoestima y “el desarrollo de la autoestima de género permite que cada una valore de manera positiva ser mujer y se beneficie personalmente de logros, avances y acciones de mujeres que son capital simbólico y político del género que por eso pueden iluminar a quien los recibe y elabora como propios y los lleva a su propio mundo”, afirma Lagarde.

Por algo en el estudio citado al principio descubrieron que tener amigas nos ayuda a vivir más y mejor. Lagarde explica: “La autoestima se fortalece cuando cada mujer se sobrepone, avanza, consigue los objetivos, logra sus metas y recibe a cambio un lugar en el mundo o reconocimiento a bienes simbólicos o materiales, poderes cuando desarrolla y potencia su existencia”.

Hermandad, confianza, fidelidad, apoyo (político, social, moral, personal, económico) y reconocimiento entre mujeres para construir un mundo diferente, recordando siempre que todas somos diversas y diferentes, es lo que significa sororidad.

Hagamos un pacto de hermandad entre todas las mujeres. Abracémonos sororalmente. Lo necesitamos.

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