Proyectos y procesos actuales

Equipo Técnico Fundación Gamma

En la actualidad los siguientes proyectos se encuentran en ejecución:

AREAS: TERAPIA SOCIAL, GENERACION DE CONOCIMIENTO, INVESTIGACION, AUTOCUIDADO, CAPACITACION

PROYECTO: CENTRO DE ENTENDIMIENTO CON LA NATURALEZA Y TERAPIA SOCIAL. REFUGIO CALMECATL, GARUPAMBA

  • Calmecatl, es el nombre del Centro y su significado Nahuatl es: La casa del tejido viviente
  • Servicios de Terapia Social, Autocuidado y Acompañamiento con metodologías alternativas para equipos técnicos y profesionales que trabajan en atención de Violencia de Género
  • Cuidado y protección del páramo y del bosque alto andino
  • Asesoría en tecnología alternativa para el cuidado del agua
  • Talleres de capacitación para grupos sobre los temas de experticia institucional. Nuestro Centro tiene capacidad para 20 personas
  • Servicios de Turismo de Encuentro: para propiciar y motivar espacios de sanación personal y grupal
  • Acompañamiento a organizaciones y espacios de gestión local (municipalidades y juntas parroquiales) para la construcción e implementación de políticas públicas en temas de género y ambiente

AREAS: COMUNICACION, CAPACITACION

PROYECTO: OBSERVATORIO CIUDADANO DE LA COMUNICACIÓN – OCC

El Observatorio Ciudadano de la Comunicación es un espacio de articulación ciudadana y política que trabaja para cambiar el actual imaginario social que sostiene la inequidad a través de mensajes de los medios de comunicación que profundizan la discriminación, violencia, abuso y exclusión de las mujeres; evidenciando su contenido, sus consecuencias y proponiendo alternativas de cambio. Sus componentes son: investigación (monitoreo sobre mensajes mediáticos), formación en lectura crítica de medios, difusión y sensibilización, participación ciudadana en espacios de opinión directa, incidencia en política pública local.

El objetivo del Observatorio es aportar en el mejoramiento de la producción de mensajes que se difunden por los medios masivos de comunicación a través del análisis y de la propuesta para conseguir que estos mensajes sean positivos e impulsen la construcción de relaciones equitativas entre mujeres y hombres en lugar de profundizar en mensajes que sostienen un pensamiento que discrimina y subordina a las mujeres.

Actualmente funciona con financiamiento parcial del GAD Municipal de Cuenca, a través del Departamento de Planificación y Gestión por la Equidad Social y de Género.

Una de sus áreas centrales y más visibles es el Salón de la Comunicación que se presenta en el mes de marzo de cada año.

AREAS: TERAPIA SOCIAL, CAPACITACION, FORTALECIMIENTO ORGANIZATIVO

PROYECTO: Pueblo indígena de Saraguro: derechos colectivos, derechos de la naturaleza y derechos de las mujeres, construyendo sinergia

Con el financiamiento de la Fundación Rosa Luxemburg, desde el año 2010 se ejecuta este proyecto en el cantón Saraguro, de la provincia de Loja.

Su objetivo es: Fortalecer, enriquecer y ampliar la participación de las mujeres del Pueblo Indígena Saraguro así como de su área geográfica de incidencia a partir de acciones de formación sistemática, articulación, educación ambiental, investigación desde un enfoque ecofeminista comunitario que aporte en el mediano plazo para el fortalecimiento de las propuestas locales de protección de la vida y del entorno natural como forma concreta de cuidado del territorio en el marco de los derechos colectivos e individuales.

Aquí las publicaciones que se han difundido desde el año 2011 como parte de las acciones para el fortalecimiento que incluye en Plan de Gobierno construido con las organizaciones de Mujeres en Saraguro.

AREAS: CAPACITACIÓN, FORTALECIMIENTO ORGANIZATIVO, PROTECCION DEL AGUA

  • PROYECTO: FORTALECER EL LIDERAZGO DE LAS MUJERES PARA PREVENIR LA VIOLENCIA Y CUIDAR EL AGUA*

Con el apoyo de VGIF, trabajamos en Oña y Saraguro, realizando acciones de información y sensibilización sobre el cuidado del agua, propiciando el fortalecimiento de los liderazgos de las mujeres autoridades locales y el involucramiento de la población en la construcción de políticas públicas locales para los temas de actuación del proyecto.

AREAS: CAPACITACIÓN, COMUNICACION

El Proyecto de Monitoreo Global de Medios (GMMP) es la investigación de Medios de Comunicación y Género más extensa que existe. Es organizado por la Asociación Mundial para la Comunicación Cristiana (WACC, por sus siglas en inglés) en conjunto con coordinadores regionales y nacionales. Debido a la experiencia de trabajo de GAMMA con el Observatorio Ciudadano de la Comunicación, desde el año 2005 Coordinamos el GMMP en la Región de Latinoamérica. El próximo GMMP se realizará en el año 2020

CEN

¿Qué es el CEN? Alan Bolt, nuestro Guía y compañero de camino, dice que es un espacio en el que se guarda el conocimiento, en el que se observan los hábitos de la naturaleza para comprender las lógicas del funcionamiento que tiene la red de la vida. Es la casa del tejido viviente, un CALMECATL que busca guardar la antigua tradición de los y las Tlamatinime (Cultura Nahuatl)

El CEN es un espacio en el que buscamos a diario hacer efectiva una forma alternativa de vivir, alternativa al sistema actual fundado en la exclusión y el abuso (Bolt, 2004).

Contar con el CEN nos pone todo el tiempo frente a varios retos: conocer la integralidad del contexto, especialmente el contexto ambiental; conocer cómo funcionamos los seres humanos con nuestros razonamientos y con nuestras emociones (cómo tomamos decisiones, qué nos motiva, qué nos impulsa, cómo nos relacionamos para construir sociedades, qué elementos culturales y biológicos convergen en cada ser y en cada sociedad para que este sistema que discrimina, violenta y excluye se sostenga).

El resultado de las respuestas y análisis frente a estos retos se convirtió en el marco teórico y metodológico del CEN, a continuación los resumimos:

El planeta está afrontando cambios vertiginosos que afectan su clima, su geografía y su capacidad reproductora y mantenedora de la vida tal como la conocemos. El cambio climático, consecuencia de la acción destructiva de la especie humana, está provocando en grandes regiones del mundo inundaciones, sequías, olas gigantes, terremotos, huracanes y toda una serie de fenómenos extremos que no sabemos enfrentar. Las movilizaciones y desplazamientos masivos por causas climáticas serán cada vez más frecuentes, la sobrepoblación y el hacinamiento junto con la escasez de agua limpia y la crisis alimentaria traerá gravísimos problemas sociales: la violencia social se incrementará en todos los ámbitos y especialmente contra las mujeres.

Estamos en un momento de la historia de la humanidad en el que tenemos que tomar la decisión de posibilitar la continuidad de nuestra especie o de seguir aportando a su
desaparición, el planeta ha existido millones de años antes de nuestra aparición y continuará existiendo después de nuestra extinción, por lo tanto, no se trata tanto de salvar el planeta cuanto de salvar nuestra especie. Si bien la aparición y desaparición de las especies en nuestro planeta son parte del ciclo evolutivo, lo triste de nuestra extinción es que somos una especie muy joven y no hemos logrado aún mostrar lo mejor que tenemos y, de otra parte, que el proceso de extinción al que la humanidad se ve abocada no está siendo el resultado del ciclo planetario sino del estilo de vida que se ha impuesto. A lo dicho debemos sumar que el estilo de vida imperante no solo provocará nuestra extinción sino la de las otras especies.
Aún cuando tenemos datos científicos incuestionables, existe una corriente de pensamiento que sostiene que no enfrentamos una crisis ambiental. El punto fue no quedarnos en la discusión de quién tiene razón sino asumir lo que tenemos ante nuestros ojos y utilizar la lógica. Si los gases invernadero se quedan atrapados en nuestra atmósfera, y si los desechos del proceso de producción y consumo humano van a parar, en la mayoría de casos, en las aguas (mares y ríos) del planeta, es lógico pensar que, por un lado, la temperatura se elevará y que ese aumento incidirá en los vientos, en la humedad, en el tiempo y en la lluvia (indicadores básicos para el sostenimiento de la vida tal como la conocemos); por otro, el agua, contaminada, morirá, el agua tiene la virtud de limpiarse a sí misma, de descontaminarse, pero esta fantástica cualidad se enfrenta a cantidades masivas con las que no se puede lidiar y, si a esto le sumamos el aumento en la temperatura, entonces es obvio que la frágil red que sustenta la vida está en peligro.

Frente a esta reflexión lo primero que hemos consideramos en el CEN es su ubicación. Un espacio que nos permite cuidar el agua y el bosque para de manera práctica observar y entender la relación de dependencia que tenemos con el ambiente, con la naturaleza: cuál es el papel del bosque en la red de la vida, el papel del agua, el papel de las plantas, el papel de la siembra y la cosecha sin alterar el bosque y sin alterar los suelos con cultivos intensivos y/o con uso de químicos, cómo podemos cosechar alimentos a pequeña escala para sostener la existencia.

A pesar de que aún no generamos todo lo necesario para la subsistencia, tenemos alimentos esenciales: papas, maíz, habas, arvejas, ocas, mashuas, lechugas, coles y varias hierbas comestibles y medicinales. Y también alimentos deliciosos, como la miel de flores del páramo que nos regalan las abejas que han logrado adaptarse a este clima. Todo lo que producimos en este ámbito es discutido en equipo y la decisión se toma colectivamente. De esta manera práctica todas participamos, producimos elementos esenciales y lo hacemos garantizándonos un entorno armónico. Lo dicho nos posibilita aportar de manera directa en la realización de tres NHE: subsistencia, participación y afecto; al mismo tiempo todo el proceso de producción aporta en el conocimiento (nuevos saberes sobre cómo funciona la naturaleza, cuál es su comportamiento), en la creatividad (experimentación con base en los conocimientos que vamos adquiriendo) y en la trascendencia (comprensión de que somos parte de algo mucho más grande y complejo que supera nuestra individualidad finita y egocéntrica).

Desde el año 2008, hemos acogido a cientos de personas en grupos pequeños. Grupos pequeños que pueden verse y oírse, que pudeden integrarse con el bosque sin el barullo y el ruido de las multitudes, grupos pequeños que posibilitan momentos de soledad para respirar la vida que nos brinda cada planta, cada ave, cada gusano, cada abeja, cada quebrada, cada orquídea enana, cada garúa, cada viento fresco o cada temporal. Grupos pequeños que con la guía del bosque Alto Andino y del Páramo encuentran la confianza y la solidaridad para juntarse y enfrentar el frío de su pasado… y de la montaña.

Aquí algunas de las acciones que hacemos y hemos hecho en nuestro CALMECATL:
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202.153

Sandra López A.

Hace aproximadamente 200.000 años se extinguió una de las especies que más recuerda el planeta tierra: la especie humana conocida también como homo sapiens sapiens (¿doblemente sabia?); 65 millones de años antes había desaparecido otra especie mucho más grande, los dinosaurios, sin embargo, a pesar de esto la especie humana se pensó eterna. Mil quinientos millones de años antes de su surgimiento en el planeta, los primeros organismos multicelulares (grypania spiralis) habían sido la continuación intempestiva de un proceso evolutivo que inició hace más de 13 mil millones de años cuando el universo comenzó su expansión a partir del evento conocido como Big Bang.

El paso de la especie humana en el planeta fue, digamos, felizmente fugaz. De hecho, cuando se habla de una historia de más de 4 mil millones de años desde que se formó la tierra, una especie que no subsistió más allá de 400.000 años, representa una proporción de 1 en 10 mil, lo cual es realmente ínfimo.

Hoy, la especie humana es recordada como aquella que, habiendo sido llamada “homo sapiens sapiens” terminó su paso por la tierra como “homo devastant domum”.
Pero conozcamos cómo logró la especie humana culminar su propósito, no expresado directamente, de autodestrucción:

– Consumió muchos más bienes de los que necesitaba para cubrir sus necesidades humanas esenciales.

– Utilizó su inteligencia y capacidad creativa para desarrollar las más sofisticadas armas de guerra y destrucción, así como todo tipo de tecnología que lejos de aportar al cuidado de su entorno y de su casa, el planeta tierra, solo sirvió para destrozarlo.

– No valoró la diversidad de la vida en todas sus formas, un claro ejemplo fue la violencia y matanza de las mujeres (hembra de la especie cuyo aporte biológico para la reproducción era fundamental), a manos de sus parejas, mayoritariamente hombres (macho de la especie).

– No cuidó el agua dulce, líquido vital para su existencia biológica; habiendo conocido con exactitud la importancia de este líquido y la cantidad limitada de su existencia en el planeta, no dudó en contaminarla hasta que finalmente desapareció. Los ríos y mares se convirtieron en vertederos de basura tóxica y de contaminantes industriales.

– Se reprodujo mucho más allá de la capacidad de las áreas fértiles del planeta para garantizar alimentación, agua, aire y convivencia pacífica, generando una superpoblación no sostenible en las condiciones de la tierra.

– Sus colonias, llamadas ciudades habían crecido en los últimos años en un ritmo tan acelerado que era imposible la garantía de una vida digna para sus especímenes.

– No cuidó el aire, cuyo componente esencial, el oxígeno era vital para su respiración, es decir para mantener la vida. Mató todas las formas de vida capaces de limpiar el aire y de generar oxígeno: árboles, plantas, flores, bosques tropicales, bosques húmedos, manglares. Hacia los últimos años de su existencia en el planeta, toda la vegetación endógena de las zonas tropicales y húmedas había desaparecido.

– Descuidó el tratamiento de los deshechos tanto biológicos como materiales que generaba, provocando con ello la contaminación del agua, la activación de las grandes fallas geológicas de la tierra y la generación de una cantidad de basura que equivaldría a lo que hoy es el continente perdido del norte.

– Extrajo los metales y minerales del subsuelo, sin considerar el equilibrio y la composición química del planeta, hasta reducir al máximo el campo electromagnético que garantizaban estos metales mientras se mantenían en el interior de la tierra.

– La especie humana se organizó en grupos/colectivos y dividió con líneas imaginarias el planeta, de manera que los diversos especímenes no podían movilizarse libremente, pues cruzar la línea imaginaria se volvió pretexto para la discriminación y la violencia.

– Creó en sus pocos años de vida en la tierra un sistema de intercambio basado en la cantidad de dinero y de oro que tenía una persona; así, mientras más dinero, mayor poder y mayor acceso a beneficios y oportunidades. Aunque difícil de creer, el dinero llegó a significar más que el alimento.

– Debido a su gran ego y a su desconexión con las otras especies y formas de vida del planeta, sobrevaloró el sistema económico en especial el dinero y se despreocupó por completo de la alimentación, la protección, el afecto, el descanso, como necesidades esenciales mínimas que posibilitarían su subsistencia en el futuro.

– Generó subdivisiones al interior de la especie, basadas principalmente en la cantidad de dinero o de metales preciosos que tenía un grupo y otro. Así, mientras un grupo mayoritario (más del 90%) sobrevivía en condiciones de riesgo permanente (hambre, enfermedades, abandono, violencia) el restante 10% vivía con lujos extremos y manejaba el poder solamente para sus intereses.

– Investigó y observó el universo solamente para satisfacción de su ego y ambición, mas no para aportar en el proceso global de evolución y expansión del cosmos.

– Olvidó el acto creativo del planeta que posibilitó su surgimiento y dejó morir la creatividad de las últimas generaciones a cambio del manejo de la poca tecnología que los grandes poderes pusieron al alcance de las masas (el término masas servía para describir a grupos de ejemplares de la especie cuyo comportamiento era similar)

– Olvidó que el universo está en expansión y que cada planeta en este proceso tiene ciclos, con todo su accionar aceleró de manera drástica, muchos cambios que imposibilitaron recuperar el equilibrio en el ciclo de vida de la tierra durante muchos años.

– Olvidó que no era la única especie en el planeta, que el planeta no es el único en el universo, y que el universo no es el único en el cosmos. Ensimismada, no fue consciente de su desaparición.

– Olvidó que todo está conectado, olvidó su relación con los otros seres y las formas de vida en el planeta, olvidó su origen y compromiso con la vida, olvidó que estamos hechos del mismo material de las estrellas y no cuidó su esencia, su aliento, su cerebro, su agua, su energía, su luz.

La gran pregunta que continuamos haciéndonos hasta hoy es ¿por qué?, ¿qué hizo cada ser de esta especie para aportar en su extinción?, ¿qué dejó de hacer para evitar su desaparición?. Aquí estamos hoy, el planeta continua su evolución en medio del cosmos, ¿qué pasó con esas hijas e hijos de las estrellas?

Sandra López (Calmecatl – CEN Garupamba – GAMMA)
Garupamba, Septiembre, 2017