TORTOLAS CONTRA LAS ESCOPETAS

Tórtolas contra las escopetas

Por: Sandra López A. – GAMMA
Fecha: 28 de junio, 2005

Si un hombre, adulto mayor, político perteneciente a un partido tradicional, – entre paréntesis, lleno de intereses personales y partidistas para ser defendidos desde cualquier cargo de elección popular -, hace una denuncia frente a un tema de interés local, la reacción del grupo político tradicional posiblemente será de indignación. Se investigará los datos proporcionados y se realizará seguimiento del caso. A él, no le ocurrirá nada malo, quizá hasta sea mocionado como posible candidato para un cargo de mayor jerarquía debido a la relevancia de la información proporcionada y a su entereza y valentía para denunciar.

Como en repetidas ocasiones, la verdad depende del cristal con que se mira. En días pasados, existió un pronunciamiento sobre nepotismo en el gobierno local; quien se expreso sobre este tema fue una mujer, joven, no militante de un partido tradicional, – entre paréntesis, llena de intereses colectivos y con proyectos nuevos y buenos para la ciudad-. La opinión emitida por ella, no solo no fue tomada en cuenta, más aún, lo que hemos visto en los últimos días es una persecución cada vez más agresiva y peligrosa en contra de esta mujer joven que ocupa actualmente el cargo de Concejala de la ciudad. Su nombre posiblemente no será propuesto para un cargo mayor, es más se pretende su destitución.

Que no hay machismo se escucha decir en la calle, en la casa, en el trabajo; que las mujeres ahora ya estudiamos, ya trabajamos, que qué más queremos; ah, y por cierto, que los hombres “si ayudamos pues un poco en la casa”. Más allá de las palabras, los hechos demuestran lo contrario. El tema no es tan sencillo o intrascendente como algunas personas puedan pensar; si la Concejala viajó o no como representante del gobierno local, no es el asunto de fondo, es solo la cortina de humo; en cambio si existe o no nepotismo dentro del municipio, es un tema ético que no solo merece sino que debe ser investigado a profundidad; si finalmente no es así, la verdad saldrá a la luz.

Sin embargo, se intenta desviar la atención y no dar paso a una profundización sobre el pronunciamiento inicial que hiciera María Caridad Vásquez sobre la lista publicada. El viejo sistema político, por medio de sus vasallos, ha puesto a funcionar sus mecanismos de defensa y machista como es, no quiere permitir que sea una mujer, joven quien lleve la voz del cambio y la honestidad. El viejo sistema está dispuesto a hacer lo que sea para que sus maniobras bajas y mezquinas no salgan a flote oficialmente de manera extraoficial son de público conocimiento.

Ahora más que nunca es necesario que el nuevo sistema demuestre sus posibilidades y su firmeza. ¿Vamos a permanecer calladas y callados observando cómo se vuelve a opacar la voz de quien desea actuar en la política de manera diferente? Si es así, luego no nos quejemos de quienes nos gobiernan, finalmente, son la voz del pueblo ¿o no?.

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