INTERVENCIÓN EQUITATIVA

Existe un área específica que podría aportar de forma importante para cambiar la situación de postergación y privación de beneficios del desarrollo para las mujeres y que puede dar cuenta del tipo de intervención de un Estado: su presupuesto.

En este sentido, podemos diferenciar tres tipos de presupuesto. En primer lugar los presupuestos neutrales al género, que consideran que hombres y mujeres tienen las mismas necesidades e intereses y por lo tanto destinan fondos de manera global; resultan “ciegos” al género pues al ignorar las desigualdades, necesariamente las replicarán o las mantendrán. En segundo lugar están los presupuestos focalizados a las mujeres, que atienden exclusivamente a este grupo y que, en determinados casos puede ser necesario para compensar las inequidades existentes en términos de recursos económicos concretos o de acceso a servicios por parte de las mujeres. Finalmente, desde hace algunos años, se viene desarrollando un tipo de presupuestos conocidos como sensibles al género, su aporte principal es que reconocen las desigualdades y diferencias entre mujeres y hombres y demuestran un esfuerzo explícito para eliminar los mecanismos que sostienen y profundizan las inequidades de género.

El artículo 242 de la Constitución del Ecuador establece que “la organización y el funcionamiento de la economía responderán a los principios de la eficiencia, solidaridad, sustentabilidad y calidad a fin de asegurar a los habitantes una existencia digna e iguales derechos y oportunidades para acceder al trabajo, a los bienes y servicios; y a la propiedad de los medios de producción”. Asimismo, por mandato gubernamental, el 15% del presupuesto municipal debe asignarse al Fondo para la Equidad y la Solidaridad entre Hombres y Mujeres.

En concordancia con esto, el CONAMU plantea que se debe generar y ejecutar una política de Estado que garantice una reforma estructural que incorpore las particularidades del país desde la visibilización de los sectores vulnerables; para esto, propone como estrategias que el Estado ecuatoriano priorice la política social como base para el desarrollo del país y como pilar en la construcción efectiva de la democracia, plantea también que se deberá fomentar procesos de investigación y definición de propuestas que identifiquen alternativas al modelo neoliberal, así como impulsar propuestas que aporten en la reactivación económica del Estado: atención al área rural, diversificación en la producción y exportación, promoción de la seguridad alimentaria, entre otras.

Si las desigualdades del mercado laboral latinoamericano se borraran, el ingreso de las mujeres subiría en un cincuenta por ciento, y el ingreso nacional en un 5 por ciento ¿no merece la pena entonces emprender la tarea?

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