¡¡VENDIDO!!

¡¡Vendido!!

Por: Nidya Pesántez C. (GAMMA)
Fecha: 31 de mayo, 2005

Ya está a la venta el juguete perfecto para celebrar el día internacional de niñas y niños. Ya está hipotecada una nueva conquista social a las vitrinas, a las pantallas de televisión y al consumismo ensañado.

La situación de niñas y niños en nuestro país exige acción inmediata y es justamente el día internacional que celebra a la niñez, el momento para que la sociedad establezca compromisos serios para que niñas y niños alcancen su plenitud, plenitud, que por cierto, está muy lejos de ser conquistada: el 71,9% de niñas y niños de este país viven en la pobreza y de este grupo, el 35% vive en la indigencia. Menos del 30% de la niñez en nuestro país escapa de las consecuencias que acarrea la pobreza, pero no escapa del abuso, de la discriminación, de la violencia por el hecho de ser niña o niño.

Acerquémonos a unas pocas cifras: la desnutrición crónica afecta al 45,1% de niñas y niños menores de cinco años; la tasa de mortalidad infantil de niñas y niños menores de un año es de 31 por cada 1000 nacidos vivos; alrededor de un 50% de las muertes infantiles que se producen en la actualidad se pueden evitar, en este contexto debemos señalar que hay una tasa más elevada de mortalidad para los niños y las niñas indígenas y afro ecuatorianos; por otra parte, la mortalidad derivada de la maternidad sigue siendo elevada en las zonas indígenas, donde solamente un 20% de los nacimientos se realizan en centros de salud pública; siete de cada 10 menores de un año de edad y un 60% de las mujeres embarazadas padecen anemia; el 10% de niñas y niños en edad escolar no entran al primer grado de escuela; del grupo de niñas y niños que no asisten a la escuela, el 68% no lo hace por falta de recursos económicos. A más de la violencia estructural a la que nos hemos referido brevemente, las niñas y los niños están expuestos a la violencia directa provocada por su padre o madre, son víctimas de maltrato: el 73% de niñas y niños que tienen entre 6 y 10 años; el 62% de niñas y niños entre los 11 y los 13 años; el 44% de adolescentes entre 14 y 16 años; y, el 23% de adolescentes de 17 años de edad. En las escuelas el maltrato asciende al 27%, porcentaje que aumenta en más del 3% cuanto se trata de niñas y niños indígenas.

La violencia estructural se detendrá con la acción conjunta de la sociedad civil y de los gobiernos central y locales, y un primer paso será la adecuada estructuración de los Sistemas de Protección Integral por la Niñez y Adolescencia. La erradicación de la violencia directa está en nuestras manos.

Como muchas otras fechas que reivindican la vigencia de los derechos humanos, ésta también ha sido capturada por el mercado y su esencia ha sido desnaturalizada. Mañana, nuestra sociedad no estará preocupada por hacer un balance de la situación de la niñez y, menos aún, por plantear propuestas o iniciar acciones que hagan posible la vida plena de las niñas, niños y adolescentes de nuestro país.

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