El CEN Garupamba cumplió su primer aniversario

El pasado 1ro de agosto, día de la Pachamama, El CEN Garupamba cumplió su primer año funcionando.

Aunque nos preparábamos desde hace años, la apertura de un espacio físico como el CEN, ha permitido fortalecer las acciones que hemos emprendido hacia el cuidado y protección de la red de la vida, y que implican a grandes rasgos:

– fortalecimiento de redes locales – fortalecimiento de actorías locales – protección y cuidado del bosque y de las fuentes de agua – generación de conocimiento a partir de la observación y el
intercambio de saberes – investigación e inventario de especies – atención para diferentes grupos propiciando el autocuidado y
espacios de contención – atención individual para personas de todas las edades, en especial
mujeres que han sufrido situaciones de violencia por razones de
género – generación de pequeñas propuestas productivas para la autogestión

En este primer año nos han visitado muchos grupos y personas… en alguna película alguien dijo: “constrúyelo, ellos vendrán”… así ha sucedido en el Centro. Cuando iniciamos la tarea de abrir senderos y poner algunas señales para que las personas puedan caminar en el bosque, nos parecía lejano el día en el que lo estarían caminando y sin embargo, en este primer año de vida, más de 100 personas han visitado el CEN.

Algunos grupos han participado en talleres, otros han solicitado terapia, algunas organizaciones de comunidades cercanas han llegado para compartir una pambamesa y para contarnos los cuentos que saben las personas “mayores”, o simplemente para conocer y para visitarnos.

Hemos recibido a mujeres que necesitaban un descanso y Garupamba les acogió y les acompañó, han venido algunas con sus hijos e hijas; también ellas y ellos han conocido el bosque y apoyado para su cuidado. En el CEN han encontrado un lugar de tranquilidad y un espacio para sanarse.

También han llegado al CEN, grupos en busca de señales para retomar el camino… las han encontrado por montones. Compartir la preparación de alimentos, la limpieza de espacios, el cuidado del bosque, la compañía afable del bosque y del entorno, compartir la responsabilidad y el gusto por la vida.

En Garupamba se conversa, se camina, se hace yogourt y se amasa el pan… se come sanito, se comparte la mesa.
En Garupamba se mira el cielo, al atardecer y cuando amanece, cada día con su particular belleza, cada instante en su esencia. Se mira las estrellas, se mira el sol y la luna.
En Garupamba el viento nos recuerda que hay que seguir de viaje, que no podemos detenernos; que el tiempo no espera por nosotras, que “el único techo es el cielo”…

Y así, tanto que contar, que mirar, que avanzar… el CEN nos espera…

Para contactarnos, puede escribir a gamma@gammaecuador.org, o llamar al 07 2 880431 en Cuenca.

El Centro de Encuentro con la Naturaleza y Terapia Social Garupamba es un espacio de reflexión y vivencia.

El Equipo técnico del Concejo Cantonal de Niñez y Adolescencia de la ciudad de Cuenca, desarrolló un taller sobre Terapia Social y análisis de contexto. La facilitación del taller estuvo a cargo del Doctor Alan Bolt del Centro de Entendimiento con la Naturaleza de Nicaragua.

El taller se desarrolló con base en exposiciones teóricas, trabajos y reflexiones grupales y caminatas en el bosque.

En el mes de mayo, el equipo técnico de Educación ambiental, responsables de género y equipo directivo del proyecto Catamayo-Chira (Loja-Piura), realizaron una visita de campo al CEN de Garupamba.

Durante la visita GAMMA socializó el trabajo que desarrolla en la provincia y en el país y mediante conversación y reflexión, se logró planificar una serie de eventos que posibilitarán el fortalecimiento del trabajo del proyecto Catamayo-Chira desde los enfoques de educación ambiental y género.

Se corroboró la participación de la red de CEN (Nicaragua-Ecuador-Guatemala) como espacio asesor del proyecto.

¡Comenzamos!…Continuamos

El 1ro de agosto se abrió oficialmente el Centro de Encuentro con la
Naturaleza y Terapia Social-Garupamba.

En un día de sol, orquídeas, bosque y alegría muchas personas se dieron cita
en Garupamba.

Reafirmando el compromiso con la Red de la Vida, el equipo de GAMMA
conjuntamente con la Alcaldesa de la Municipalidad de Oña, Señora Germania
Ullauri, representantes del Centro de Entendimiento con la Naturaleza de
Nicaragua, diversas organizaciones campesinas de la zona, representantes del
Movimiento de Mujeres del Azuay, compañeras de la Casa de Acogida María Amor
de la Ciudad de Cuenca, amigas y amigos tantos… celebramos la finalización
del proceso de construcción y el inicio de funcionamiento del CEN en el
Ecuador.*

Compartimos aquí algunos de los momentos de este día de irradiación de
voluntades, compromisos y alegría.

Les invitamos a visitar Garupamba y a integrarse a las actividades de este
Centro desde lo que cada una es, desde lo que cada uno quiere y sueña.

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  • El Centro de Encuentro con la naturaleza está ubicado en Garupamba, cerro andino, ubicado en la municipalidad de Oña , provincia del Azuay, al sur del Ecuador. Se encuentra en la parroquia Susudel (79°12’25’’ longitud oeste, 3°21’56” latitud sur) a 70 km de Cuenca.

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Comuníquese con GAMMA (sección contáctenos)

Un compromiso con la Red de la Vida

Hace unos 20.000 millones de años no sabemos lo que había.
Tal vez no había nada.
Y de repente surgió un punto de luz
Y esa luz concentrada hizo explosión
Y las partículas de luz se expandieron
Creando el espacio, creando la gravedad, creando el tiempo
Y las partículas de luz chocaban entre sí
Y se juntaban
Y fueron creando masas de partículas de luz
Que atraían a otras partículas de luz
Y chocaban contra otras masas
Y de ese encanto entre partículas y masas de partículas
Fueron surgiendo las estrellas
Y las estrellas se encantaron entre sí
Y se fueron estructurando
Y nacieron las Galaxias
Y en las galaxias se formaron planetas alrededor de las estrellas
Y en algunos planetas
Con suficiente luz y calor y rayos cósmicos y hielo
Fueron surgiendo las bacterias
Y la luz y el calor, los rayos cósmicos y el agua
Fueron haciendo que las bacterias se encantaran, se juntaran,
Se organizaran, se estructuraran
Y hace 600 millones de años en nuestro planeta
Surgieron las plantas verdes
Y tras las plantas verdes aparecieron los herbívoros
Y tras los herbívoros los carnívoros
Y tras los herbívoros y los carnívoros
sus parásitos visibles e invisibles
y los comedores de excrementos
y luego aparecieron los comedores de parásitos.
Y herbívoros y carnívoros y parásitos fueron evolucionando
Y aparecimos los primates
Y entre los primates, los seres humanos
Para que el Universo mire por nuestros ojos
Escuche por nuestros oídos
Palpe con nuestras manos
Y se asombre con nuestro asombro
Y cante con nuestra voz.

Y aquí estoy yo
(en coro)
yo que vengo del agua con mis ancestros acuáticos
yo que guardo en mi cerebro los cerebros de mis ancestros
yo que desde la concepción repito mi proceso evolutivo
yo que soy de una especie más entre las especies
yo que en cada una de mis células llevo la Historia del Universo.

Quiero ser luminosa como el sol
Quiero ser Transparente como el aire
Quiero ser fluida y disolvente como el agua que ocupa los lugares más humildes y desde allí promueve la existencia de la vida
Quiero ser generosa y fuerte como la tierra
Que a los golpes y a las heridas responde con flores y frutos
Quiero ser fuerte y generosa como los árboles
Fuerte y flexible como el bambú.
La vida es corta.
La quiero tan perfecta como la de las flores y las lombrices de tierra.

Seré poderosa como el Jaguar y colectiva como las hormigas
Para defender el agua, el bosque, el suelo, la red de la vida
Y nuestra Libertad, nuestra Justicia, nuestra Alegría, nuestros satisfactores y nuestros derechos.

DESECHABLE

Sandra López A.

DESECHABLE

Por: Sandra López.GAMMA
31 de enero, 2006
Luna creciente

Hace algunos años llevar platos de plástico a un paseo era impensable, primero no había, luego, cuando ya existieron, eran demasiado caros. Ahora, utilizamos platos desechables cada vez que queremos. ¿Qué se hace luego con esos platos?

Vasos, cubiertos, pañales, tarrinas (hasta tienen nombre diferente cuando son desechables), filtros para café, fundas de plástico… úselo y bótelo, ese parece que es el lema de nuestro tiempo moderno, todo rápido, todo fácil, todo barato. Y luego, ¿a dónde va tanto deshecho?, el plástico no sirve para abono, no sirve para hacer papel, no es materia orgánica, es un químico que a mayor volumen, mayor contaminación. Lo preocupante es que ahora no solo los platos y los vasos son desechables, hace unos días se dañó el teclado de una computadora y cuando llamamos al servicio técnico, nos dijeron, “ya no sirve, compre otro, sólo cuesta 10 dólares, ahora todo es así”, teclados, teléfonos celulares, pantallas antiguas, si no tienes el último modelo, no sirve; ¿qué pasa con tanto aparato que se bota a la basura?, ¿en dónde está ese lugar maravilloso que transforma la basura tecnológica en alimentos o que transforma lo que “ya no vale” en algo de valor?

Desechable es ahora todo, son los signos de nuestro tiempo: si no tienes plata no me sirves, si no tienes celular no estás, si no tienes computador, no puedes estudiar… si quieres ser rebelde, te expulsan, si quieres derechos laborales, te tercerizan, si quieres cambiar el mundo te dicen terrorista, todo es desechable, el sistema nos ha vuelto desechables y todas y todos hemos caído fácilmente en sus redes.

Así como el plástico y toda la basura química están contaminando nuestro planeta, así, las personas desechables se vuelven factores de contaminación, un círculo vicioso que nos lleva desde el hambre hasta el asesinato, desde la soledad hasta el suicidio; las consecuencias de la expulsión a estudiantes, pueden ser fácilmente conductas violentas y rebeldía sin causa; son muy pocas las ocasiones en las que la imputación de una pena logra cambios en las actitudes, y luego nos preguntamos en tono dramático y en medio de un sentimiento lastimero: ¿por qué no te portas bien, te dimos una oportunidad y cada vez estás peor, qué te pasa?

Pasa, que la sociedad moderna se da el lujo de botar personas a la basura después del primer uso, como si fueran una cosa de plástico. Es más fácil expulsar que educar, es más fácil expresar la rabia que el amor, es mejor un grupo tranquilo y pasivo que uno rebelde y cuestionador. Los procesos no cuentan, se necesitan resultados; no nos relacionamos desde el afecto sino desde el interés; no logramos empatía para ponernos en los zapatos de las otras personas, las desechables de la sociedad. No medimos las consecuencias de nuestros actos y después, cuando el desecho comienza a contaminar, solo nos preguntamos ¿por qué? La vida siempre nos pasa factura, lo que echamos hoy, nos inundará mañana.

ESPECIACION HUMANA

ESPECIACION HUMANA

Por: Nidya Pesántez C. (GAMMA).
Fecha: 6 de septiembre, 2005

¿Cómo se creó el universo, el planeta Tierra y la especie humana? ¿Qué papel cumplimos las personas en la inmensidad cósmica y cómo ésta se relaciona con la pequeñez de nuestros entornos más íntimos?.

Hay quienes viven sin jamás hacerse estas preguntas por pensarlas irrelevantes o por considerar que ya tienen la respuesta; en cualquier caso, nada hay más apasionante para nuestra especie que comprender el origen y la causa de nuestra existencia.

Si aceptamos la teoría de la evolución de las especies como una de las respuestas a nuestra aparición en el planeta, deberemos por lo menos preguntarnos, en dónde está la herencia de las especies ancestrales. Esta herencia según la teoría de Santiago, se mantiene en nuestro cerebro y por ello se argumenta que el cerebro humano en realidad está conformado por cuatro cerebros, tres de ellos compartidos con las especies que nos antecedieron: reptiles, mamíferos y primates; y uno exclusivo de la humanidad.

De los reptiles heredamos el cerebro reptiliano, en éste residen los recursos para la sobrevivencia porque en él está la primera función de un organismo vivo: sobrevivir; pero el cerebro reptiliano se caracteriza también por ser egoísta, individualista, y por centrarse en el yo: yo primero, yo segundo, yo tercero, yo, siempre yo. El cerebro mamífero nos deja como herencia la posibilidad de socialización, gracias a este cerebro desarrollamos la comunicación; sin embargo, cuando el ser humano enfatiza en su lado negativo, este cerebro no logra ver más allá de su familia: primero está mi familia y luego sigue y seguirá mi familia. De los primates heredamos el cerebro córtex o primate, su legado está presente en la capacidad de construir instrumentos, gracias a este cerebro los seres humanos formamos grupos sociales más amplios y estructuramos sociedades; sin embargo, es también el cerebro de la violencia, la exclusión, la dominación, la estructura jerárquica en las relaciones, el caudillismo: alguien debe mandar; mi tribu está sobre todo: “nosotros” y “ellos”, conmigo o en mi contra (primate conocido). Finalmente está el cerebro que no compartimos con otras especies, el neocórtex. Se plantea que éste es el producto de la última evolución, en él reside la capacidad de creación, de intuición, de crítica, de descubrimiento; es el cerebro que nos obliga a la revisión continua. Este cerebro no concibe la exclusión ni la violencia porque comprende que somos parte de la red de la vida y que el daño a un elemento o a un ser de cualquier especie, es un daño personal y es un daño universal.

Si aceptamos la teoría evolucionista debemos saber que no somos la cúspide de la creación, somos parte de un proceso que continúa, si logramos desarrollar nuestro neocórtex seremos parte de una nueva especie; si enfatizamos en los elementos negativos de nuestros ancestros, en realidad no habremos superado al primate. Somos libres para elegir.

LA FIESTA DEL SOL

LA FIESTA DEL SOL

Por: Nidya Pesántez C. (GAMMA)
Fecha: 21 de junio, 2005

En medio de una isla del lago Titicaca, en una inmensa roca de arenisca, nació el Sol. El origen del astro rey, según cuenta el mito, bautizó a este pedazo de tierra como la Isla del Sol. Y fue precisamente en este lugar cuando el dios astro eligió a los Incas como su descendencia.

Según los conocedores de la tradición andina, el Sol no es el Dios supremo de los pueblos que habitaron los Andes del Abya-Yala, es un dios de conexión, un dios que mantiene unida a la humanidad con su creador. Nos cuenta la leyenda que el dios creador estuvo siempre cerca de su obra, viviendo en unidad con ella, pero un día, cuando vio que su misión se había cumplido, el dios decidió que era tiempo de partir y fue a vivir en el cosmos, se fundió con el infinito universo. Entonces, los seres humanos buscaron una forma de mantenerse cerca de él y surgieron los dioses que los conectaban con el Todo: el Sol , la Luna, los Astros…

Entre todos los dioses de conexión se pensó que el hijo predilecto del gran Pachacamac era el sol por su poder y por su ser imprescindible: el sol que genera luz, el sol que provee de calor, él, que irradia energía y que posibilita la vida de todos los seres vivientes en este Caypacha (el mundo real en el que habita el presente). El sol marcaba para los pueblos andinos el vértice en la organización de su vida, por ello los solsticios y los equinoccios eran los momentos más importantes en la tradición; de hecho, a pesar de que las celebraciones del sol trataron de ser disueltas con la invasión española y con la imposición de una nueva religión y de nuevas celebraciones, las fiestas de los solsticios del 21 de junio y del 21 de diciembre se mantienen, y hoy, cada vez con más fuerza el sentimiento del Inti Raymi y del Kapak Raymi están presentes.

En las fiestas del Inti Raymi (junio) y del Kapak Raymi (diciembre), el sol alcanza su máxima distancia de la tierra, por ello, a estas celebraciones se las conocía también como el Inti-ñan o el Inti-guatana, que significan la ceremonia de protección del Padre Sol o del Tata Inti. Cuentan los descubrimientos históricos y antropológicos que el sentido de estas celebraciones era mantener la generosidad de la deidad solar, generosidad que permitía la germinación y maduración de los frutos que nacen de la Pachamama; la celebración conectaba al dios sol con sus hijos e hijas que le pedían que no se aleje más y que mantenga su poder luminoso con la diosa que nos dio la vida, la Pachamama.

Los pueblos originarios de este continente Abya-Yala, crearon formas de relacionarse con los elementos fundamentales del planeta y desarrollaron ritos que, como las fiestas del sol, apuntaban a mantener el equilibrio en la red cósmica. Hoy, hemos olvidado y despreciado todo, hemos embotado nuestros sentidos con los espejitos del sistema y, cada día, dejamos pasar la oportunidad de reconectarnos con la red de la vida.