EVITELO

¡¡EVITELO!!

Por: Nidya Pesántez C. (GAMMA)
Fecha: 18 de octubre, 2005
Luna llena

La persistencia y la profundización de la violencia y el abuso sexual en nuestro medio se enraíza en el hábito social que ha “naturalizado” la problemática como parte de la convivencia; por eso es común que estos casos se mantengan en el silencio absoluto, que las víctimas de abuso o violencia sean calificadas de culpables o incitadoras de la acción en su contra, que los mensajes de los medios de comunicación sigan mostrando el cuerpo como cosa de uso público, o que los chistes populares arranquen carcajadas de situaciones degradantes.

Si las causas de la violencia y el abuso sexual se manifiestan en aquellas conductas que perpetúan un hábito social perverso, será necesario trabajar sobre dichas conductas para transformarlas y con ello transformar la situación. Esto requiere necesariamente de un cambio en los sentidos comunes de nuestra sociedad, sentidos que hasta ahora aceptan sin problema y sin crítica: mensajes mediáticos que sustentan el abuso y la violencia sexual, miradas lascivas, insultos que reciben el nombre de piropos o que cualquier desconocido toque el cuerpo de una persona sin su permiso. Para erradicar la violencia es necesario transformar dichos sentidos en el Estado, en la religión, en el poder mediático y en la sociedad.

En cambio, para prevenir y de cara a las niñas, niños y adolescentes, debemos empezar por una educación sexual temprana en la que se pueda llamar por su nombre a los órganos sexuales, en la que el aseo adecuado de sus genitales no genere incomodidad, y en la que aprendan a cuidar su cuerpo respetándolo y exigiendo respeto. Pero además, debemos mostrarles, sin exageraciones ni dramatismos, los peligros a los que se exponen por la posibilidad real de intentos de abuso; en este caso, ser frontales es lo más adecuado, previniéndoles no solamente en relación con extraños sino con las personas que forman parte de su grupo más cercano en la familia, en el barrio, en la escuela, en el lugar de entrenamiento, en las fiestas que se realizan en casa y entre amigos. La idea no es generar una paranoia en las chicas y los chicos, sino enseñarles a distinguir signos y comportamientos en las otras personas para que estén alertas y puedan defenderse o evitar situaciones de peligro.

A más de la información que podamos transmitir a niñas, niños y adolescentes, debemos crear relaciones de confianza y afecto con hijas e hijos para que puedan hablar de manera franca y sin vergüenza sobre cualquier temor o problema que les perturbe. Por otra parte, no debemos dejar a niñas y niños al cuidado de personas que no conocemos o de personas con quienes las hijas o hijos no se sienten cómodos; cuando estamos en reuniones sociales no debemos perder de vista a niñas, niños y adolescentes pues estos son momentos de alto riesgo. Finalmente, debemos prestar atención a cambios en la conducta y en la salud de niñas, niños y adolescentes. En nuestras manos está.

MAS QUE UN TABU

MAS QUE UN TABU

Por: Nidya Pesántez C. (GAMMA)
Fecha: 11 de octubre,2005

Hablar de sexualidad con niñas, niños y adolescentes es el trauma de madres, padres y personal educativo. ¿Por qué es tan difícil tocar el tema?

Cierto es que los tabúes sociales se han impuesto y nos han enseñado a cerrar los sentidos frente a nuestra sexualidad y nos han forzado al silencio con niñas, niños y adolescentes, pero ¿por qué ese silencio y ese temor tan profundos frente al sexo, a la sexualidad y finalmente, a la vida? Al parecer una de las razones se encuentra en el dolor provocado por una patología social que incluye alrededor del 70% de habitantes de América Latina: ocho de cada 10 niñas y seis de cada 10 niños han sufrido abuso sexual en nuestro continente. Así, hablar de la sexualidad en la mayoría de los casos es traumático porque traumáticas fueron las formas de acercamiento a ella. ¿Quién quiere hablar del dolor? Preferimos que la vida continúe, ponemos en manos del cielo la seguridad sexual de quienes más amamos y sellamos nuestros labios y abonamos el árbol del tabú haciéndolo cada vez más frondoso, para que cobije a cada vez más casos de abuso y violencia sexual.

El abuso y la violencia sexual se alimentan con el silencio y los dos juntos destruyen la vida: cuando una niña, niño o adolescente enfrenta un evento de agresión sexual, hay una fuerte descarga de adrenalina que nos empuja a correr, a gritar o a defendernos; pero cuando esta descarga no es utilizada, es decir, cuando no hay una de estas reacciones debido al poder que ejerce el agresor sobre la persona agredida (amenaza, chantaje, fuerza física, relación previa de respeto o de afecto) se provoca, por un lado, la pérdida de uno de los elementos catalizadores del proceso de aprendizaje: la tiamina, de esta manera, un niño, niña o adolescente agredido sexualmente tendrá mayores dificultades para aprender y si el abuso es sistemático el proceso será imposible; y por otro lado, la adrenalina que circula por el cuerpo al mezclarse con la serotonina que es producida en cierto momento de la agresión, generan una sensación de pánico y placer que hace que la niña, niño o adolescente se sienta culpable y pierda el límite entre abuso y relación. Cada vez que se obliga a una persona por más que al final se logre el consentimiento ya existe agresión y por tanto trauma.

El abuso sexual provoca en el cerebro los mismos efectos que un balazo: en el lóbulo frontal se van rompiendo las conexiones entre las neuronas, va desapareciendo la sinapsis y se genera una descompensación química que altera la conducta de la persona, provocando en casos de abuso sistemático, cuadros de doble personalidad.

Hablar de sexualidad no es peligroso, peligroso es el silencio cómplice que permite que esto siga sucediendo. Peligroso es tapar la realidad y limitar el conocimiento de niñas, niños y adolescentes limitándoles así la posibilidad de huir, de defenderse o de hablar sobre lo sucedido para recibir apoyo.

PERVERSIDAD COMUN

Perversidad común

Por: Sandra López A. GAMMA
Fecha: 4 de octubre, 2005

Alemania, Nicaragua, Sudáfrica, España, Chile, Rusia, Estados Unidos, el Ecuador… todos con un problema común, antiguo, devastador; solapado y cubierto por una serie de mitos y de creencias absurdas que sustentan un sistema de dominación y autoritarismo en donde, evidentemente, el sexo femenino se ha llevado la peor parte: la violencia sexual.

Las cifras lo dicen todo: en Colombia, cerca del 80% de los casos de violación, incesto y abuso sexual se dan contra las niñas, en Italia, el porcentaje llega a 90%. En Rosario, Argentina, el 92% de los abusos sexuales contra la niñez son realizados por personas conocidas de las víctimas (padres, padrastros, tíos, abuelos, primos…); esto implica que el abuso sexual se da en una relación de absoluta dominación, se utiliza un nivel de jerarquía para intimidar a la víctima y exigir de ella su complicidad y silencio; en muchos casos, una vez que el abuso sexual se convierte en práctica recurrente (casi siempre), el violentador convence a la niña de que ella también tiene culpa o que si habla, nadie le creerá.

La violencia sexual, es mucho más frecuente de lo que las mayoría de las personas creemos, es mucho más frecuente de lo que los medios de comunicación difunden y, es mucho más frecuente de lo que las estadísticas y los registros oficiales establecen (por cada caso denunciado ¿cuántos se callan?); sin embargo, la agresión sexual en contra de las niñas, no es un hecho aislado, es una patología social que se fortalece en las prácticas sociales repetitivas, en la institucionalización de un sistema machista que se basa en la dominación de los hombres sobre las mujeres y, en nuestro tiempo y con mucha fuerza, se fortalece por los mensajes que transmiten los medios de comunicación con pautas de comportamiento poco inocentes y que por su reiteración se convierten en motores de la comisión de delitos sociales de este tipo (telenovelas, talk shows, publicidades, etc).

Lamentablemente, esta patología social, es justificada, disimulada y consignada al silencio. La denuncia de casos es todavía poco frecuente y las razones se encuentran en las falsas creencias y argucias que utiliza el sistema para ocultar sus vicios y aberraciones. “A las niñas les gusta”, “ellas y ellos también disfrutan”, “si alguien le va a violar, cuando tenga 12 años, mejor que sea alguien cercano”, son algunas de las frases recabadas en procesos de terapia con grupos de hombres que confiesan haber cometido actos de violencia sexual en contra de niñas o niños de su familia.

La violencia sexual incluye a toda una serie de actos que engloban desde conductas aparentemente “insignificantes” (manoseo), hasta diversas prácticas sexuales, impuestas y no consentidas incluyan o no la relación coital y una amplia gama de actos humillantes y dañinos. En manos de todas y todos está evitar que se siga cometiendo este delito, el primer paso es romper el silencio.

DESCONTROL REMOTO

DESCONTROL REMOTO

Por: Sandra López Astudillo. GAMMA
Fecha: 20 de septiembre, 2005

Es conocido aquel dato estadístico de que las niñas y niños pasan frente al televisor entre 1300 y 1400 horas al año. Al llegar a la mayoría de edad, habrán pasado frente a la pantalla de televisión unas 25.000 horas, es decir, casi tres años.

¿Qué han aprendido en este tiempo?. Durante 4 horas promedio al día, niñas, niños, y adolescentes ven en la televisión: escenas de violencia según Rothemberg, en una hora de programación infantil se presentan 6 veces más escenas de violencia que en el mismo tiempo de programación para personas adultas; actitudes tergiversadas sobre sus derechos y obligaciones en la familia y en la sociedad; discriminación por género, por etnia, por edad, por clase….; hábitos y estilos de vida basados en el sistema de mercado, todo se compra y se vende; anuncios publicitarios (más del 30% del tiempo de la programación total) que promocionan formas de alimentación opuestas a la salud: cereales azucarados, dulces, helados, bebidas, hamburguesas, papas fritas, pollo brosterizado… Promoción que por otra parte influye en la selección que realizan las personas adultas a la hora de comprar. Problemas como la anorexia, la obesidad, deficiencia vitamínica y otra múltiples enfermedades se relacionan de forma directa con lo descrito.

Pero ¿por qué niñas, niños y adolescentes ven tantas horas de televisión?. El estímulo audiovisual es el puente directo, sin embargo, situaciones de inactividad o de falta de alternativas pueden ser los factores estimulantes indirectos. ¿Cuántas veces las personas adultas hemos dicho “anda a ver qué están dando en la televisión”, para librarnos por un momento de las preguntas, inquietudes, aburrimiento o impertinencias de nuestros hijos e hijas? Muchas veces, la televisión resulta ser un medio de evasión de tensiones, situaciones de violencia o de falta de atención. Las niñas y niños van construyendo un mundo en el que la televisión es parte de su vida y alejarse de ella les cuesta; esto es conocido por las personas adultas, pues un elemento correctivo, que resulta ser una estrategia disfuncional, suele ser el prohibir la televisión.

¿Qué hacer?, por un lado, frente a la relación directa con la tv, se pueden colocar barreras: sacar los aparatos de televisión de los dormitorios, mantener el televisor apagado durante las comidas, campañas internas en la familia “dos días a la semana sin televisión”, dejar de utilizar la televisión como recompensa o como castigo, poner normas para el uso del control remoto. Luego, podríamos atacar a las causas proponiendo una nueva forma de relación en la familia que implique mayor comunicación y alternativas de actividades colectivas. Lo que aprenden nuestras hijas e hijos en la televisión les marcará para toda la vida, como siempre, la elección es nuestra.

ESPECIACION HUMANA

ESPECIACION HUMANA

Por: Nidya Pesántez C. (GAMMA).
Fecha: 6 de septiembre, 2005

¿Cómo se creó el universo, el planeta Tierra y la especie humana? ¿Qué papel cumplimos las personas en la inmensidad cósmica y cómo ésta se relaciona con la pequeñez de nuestros entornos más íntimos?.

Hay quienes viven sin jamás hacerse estas preguntas por pensarlas irrelevantes o por considerar que ya tienen la respuesta; en cualquier caso, nada hay más apasionante para nuestra especie que comprender el origen y la causa de nuestra existencia.

Si aceptamos la teoría de la evolución de las especies como una de las respuestas a nuestra aparición en el planeta, deberemos por lo menos preguntarnos, en dónde está la herencia de las especies ancestrales. Esta herencia según la teoría de Santiago, se mantiene en nuestro cerebro y por ello se argumenta que el cerebro humano en realidad está conformado por cuatro cerebros, tres de ellos compartidos con las especies que nos antecedieron: reptiles, mamíferos y primates; y uno exclusivo de la humanidad.

De los reptiles heredamos el cerebro reptiliano, en éste residen los recursos para la sobrevivencia porque en él está la primera función de un organismo vivo: sobrevivir; pero el cerebro reptiliano se caracteriza también por ser egoísta, individualista, y por centrarse en el yo: yo primero, yo segundo, yo tercero, yo, siempre yo. El cerebro mamífero nos deja como herencia la posibilidad de socialización, gracias a este cerebro desarrollamos la comunicación; sin embargo, cuando el ser humano enfatiza en su lado negativo, este cerebro no logra ver más allá de su familia: primero está mi familia y luego sigue y seguirá mi familia. De los primates heredamos el cerebro córtex o primate, su legado está presente en la capacidad de construir instrumentos, gracias a este cerebro los seres humanos formamos grupos sociales más amplios y estructuramos sociedades; sin embargo, es también el cerebro de la violencia, la exclusión, la dominación, la estructura jerárquica en las relaciones, el caudillismo: alguien debe mandar; mi tribu está sobre todo: “nosotros” y “ellos”, conmigo o en mi contra (primate conocido). Finalmente está el cerebro que no compartimos con otras especies, el neocórtex. Se plantea que éste es el producto de la última evolución, en él reside la capacidad de creación, de intuición, de crítica, de descubrimiento; es el cerebro que nos obliga a la revisión continua. Este cerebro no concibe la exclusión ni la violencia porque comprende que somos parte de la red de la vida y que el daño a un elemento o a un ser de cualquier especie, es un daño personal y es un daño universal.

Si aceptamos la teoría evolucionista debemos saber que no somos la cúspide de la creación, somos parte de un proceso que continúa, si logramos desarrollar nuestro neocórtex seremos parte de una nueva especie; si enfatizamos en los elementos negativos de nuestros ancestros, en realidad no habremos superado al primate. Somos libres para elegir.

DE UN PLATO DE COMIDA

De un plato de comida

Por: Sandra López. Gamma
Fecha: 2 de agosto, 2005

La sopa está demasiado espesa, la carne muy dura, la ensalada es comida de conejos, el arroz parece engrudo y el jugo de papaya no me gusta, no hay comida como la que prepara mi mamá. Después de dos horas de dedicado y especializado trabajo es desgastante, por decir lo menos, escuchar estos comentarios.

Si nos colocamos en la otra orilla, y no es la esposa o la madre quien cocina sino el padre o compañero, la situación es diferente: qué buena sopa, un poco salada, pero rica, el arroz un poco soposo pero así es mejor para mezclar con el jugo de carne, y la ensalada, qué linda presentación, así da ganas de comer. En la primera orilla, encontramos a quien tiene la obligación de cocinar, le guste o no, y en la otra orilla, a quien, por darse un gusto, preparar una receta especial o demostrar nuevas habilidades, interviene de vez en cuando en esta tarea, que por supuesto por esporádica y aventurera, suena divertida.

La actividad de cocinar es uno de los quehaceres básicos para garantizar la satisfacción de la necesidad de subsistencia, sin embargo, en nuestro medio, esta necesidad no es cubierta plenamente en la mayoría de la población por la cantidad y la calidad de alimentos que se ingieren. A más de la situación de inequidad y pobreza que caracterizan a nuestro país, hemos convertido a la preparación de alimentos en un trabajo desvalorizado y por tanto no le hemos prestado la debida atención.

Uno de los mayores causantes del estrés y del desgaste emocional es no disfrutar de lo que hacemos. Sucede igual con la cocina, es más, está comprobado que la comida es más rica mientras mejor es el estado de ánimo de quien la prepara; preparar con amor, dicen. La realidad es bastante diferente de lo que nos pinta la televisión, la mamá, quien sufre de violencia doméstica, quien en muchos hogares tiene la responsabilidad económica, quien tiene sobre sus hombros el acompañamiento a los hijos y a las hijas en la educación (uniformes, deberes, reuniones), esta mamá es quien cocina, sirve, levanta, lava y seca la vajilla y enseres utilizados en la cocina. La mamá es la que se sienta al final, cuando ya toda la familia terminó, o a veces ni eso, porque tiene que salir apurada al trabajo. Muchas veces las mujeres se alimentan mientras preparan la comida, o mientras sirven y levantan platos, muchas veces de pie y sin tomarse el tiempo para compartir con la familia. Y si no es la mamá quien cocina, la mujer que trabaja para la familia, sufre el mismo proceso.

En este contexto, ¿cómo podemos pedir a quien tiene, en la mayoría de hogares, la responsabilidad de las tareas domésticas, sumada a la responsabilidad laboral fuera de la casa, que ponga buen ánimo para preparar la comida? ¿Con qué cara podemos quejarnos de la comida, agredir con bromas pesadas o no dar las gracias por esta comida? ¿Qué diremos hoy en la mesa?

BOLIVAR ES HOY

BOLIVAR ES HOY
Por: Nidya Pesántez C.
Fecha: 26 de julio, 2005

La búsqueda incansable de Bolívar, la liberación plena de América, de España en su momento, y luego, resistir a los embates de los nuevos imperios. Para esto nos empujó a la integración y nos instó a “… Entender y realizar aquel mundo tan lleno de escondidas posibilidades”: nuestra América.

El anhelo de Bolívar no se limitaba a la posibilidad de que nuestros suelos se junten libres del yugo español en una sola nación, sino que exigía que pongamos a prueba nuestra capacidad creadora a fin de romper con cualquier tipo de dependencia, con cualquier forma de opresión; nos proponía no seguir modelos que tarde o temprano fracasarían porque no estaban (ni están) acordes a nuestra naturaleza, en palabras de Bolívar: “Nosotros somos un pequeño género humano; poseemos un mundo aparte…”

La sed del Libertador sigue vigente, como vigentes siguen las dudas sobre si la propuesta es o no una quimera. Bien se puede argumentar que históricamente hemos sido incapaces de entender y realizar nuestro mundo, que no hemos sabido cómo enfrentar y romper la dependencia económica, política, social y cultural; justificadamente podríamos decir que ésta es la etapa menos probable para alcanzar aquel rompimiento, precisamente porque estamos bajo el régimen de un imperio que se sostiene en la compra de su estilo de vida como el único posible modelo de desarrollo y democracia. Empero, el momento nunca será el favorable, por ello, cualquier momento es perfecto; hoy, por ejemplo, puede ser el mejor momento.

Para romper con la dependencia y construir libertad deberíamos aprehender de las personas que nos dejaron sus enseñanzas, leer, analizar, comprender, comparar, sentirnos orgullosas y orgullosos del legado ancestral, del pensamiento y de la práctica de las libertadoras y libertadores del pasado; deberíamos desterrar la enfermedad que nos provoca servilismo, rompiendo la base del sistema: el consumismo, la competencia, el individualismo, el desconocimiento y la falta de amor propio; para alcanzar esta libertad deberíamos luchar contra la venta de nuestro espacio de vida a las transnacionales y, deberíamos recuperar nuestra esencia: el amor. Nos han convencido que el amor es un sentimiento débil que no enfrenta al poder de este sistema, cuando en realidad, sólo el amor puede liberarnos de él, sólo el amor libera nuestra capacidad de comprender que en cada espacio cotidiano tenemos poder. Y claro, finalmente y como punto clave de nuestra herencia Bolivariana, deberíamos alcanzar la integración como el mecanismo para establecer una sociedad nueva, libre y autónoma porque hasta el momento somos lo que Bolívar advirtió, un archipiélago de naciones.

Nuestra responsabilidad de seres humanos, de hijas y de hijos de América es cada vez más grande, pero reconozcamos que tenemos el poder para asumirla. Conocer, aprender, valorar y amar para destruir y volver a crear, sin miedo; esa es la propuesta. Es el tiempo, el tiempo siempre es hoy.

LAS VOCES DE LA TIERRA NOS CONVOCAN

Las voces de la tierra nos convocan

Por: Sandra López A. GAMMA
Fecha: 19 de julio, 2005

Con una ceremonia universal e intercultural, los Pueblos Originarios del Mundo hicieron el domingo pasado en Pumapungo, centro ceremonial de la antigua ciudad cañari-inca de Tumipamba, un llamado a restaurar la armonía, la paz y la salud en el planeta. Así se ha dado inicio a la II Asamblea Mundial de la Salud de los Pueblos, en Cuenca del Ecuador.

Un nuevo hito en un proceso que comenzó en Bangladesh en el año 2000, desde Savar hasta Cuenca, muchas cosas han sucedido. Muchos acontecimientos que suceden todos los días ponen en riesgo permanente la salud de los pueblos, por eso la II Asamblea abre sus puertas como espacio de debate y de propuesta, de reflexión y de resistencia, de análisis de problemas y de búsqueda de alternativas. En este escenario miles de voces se han convocado aquí, en Cuenca, para pronunciar al unísono propuestas de esperanza y para articular acciones eficaces contra el sistema neoliberal y contra el imperialismo que atentan cada día contra la salud y la armonía de todos los seres vivos que habitamos este planeta.

¿Qué relación existe entre el Plan Colombia y la salud? ¿qué nexos podemos encontrar entre las estrategias militares mundiales y la salud?, ¿existe algún vínculo entre el cambio climático y la salud?. En muchos países de Latinoamérica cada vez con más fuerza se pretende privatizar el agua, ¿cuáles serán las consecuencias para la salud?, ¿por qué los pueblos indígenas resisten a las petroleras?, ¿qué pueden hacer las comunidades, los barrios y las organizaciones para lograr un mejoramiento en los programas de Atención Primaria en Salud?, ¿cómo cambiar una intervención de salud enfocada sobre una sola parte del cuerpo para reconstruir una visión holística e integral de la salud del ser humano totalmente relacionada con la naturaleza?, ¿qué vínculos existen entre la migración, la tercerización laboral, la seguridad y el ambiente de trabajo, la fuga de cerebros con la salud?, ¿cuáles son los factores que debemos analizar cuando hablamos de VIH/Sida y enfermedades de transmisión sexual?, ¿qué conexiones podemos encontrar entre violencia social, políticas y género?. Son algunas de entre tantas preguntas y temas que se debatirán y analizarán en esta Asamblea. Plenarias, foros, talleres, exposiciones, videos, espacios de arte, comunicación y sanación, un conjunto de manos, voces y corazones de todo el mundo para encontrar respuestas que posibiliten cambiar el mundo.

La Ceremonia y Declaración del Milenio de los Pueblos Originarios del Mundo, para la sanación colectiva de la Madre Tierra, la Pachamama y para la sanación de mentes, cuerpos y espíritus de todas sus hijas e hijos ha invocado la bendición de los ancestros por medio del agua, del fuego, del aire y de la tierra. Bajo este manto y con este cobijo se desarrolla durante esta semana la II Asamblea Mundial de la Salud de los Pueblos. Las voces de la tierra nos convocan, escuchemos su llamado.

G8, LIVE 8

G8, live 8

Por: Sandra Lopez A. GAMMA
Fecha: 12 de julio, 2005

Un mega concierto, una “campaña de sensibilización” para denunciar la pobreza en el mundo como si el mundo no conociera lo que es la pobreza, Live 8, a decir de sus productores, es el mayor concierto en vivo de la historia y su objetivo es presionar a los líderes del grupo de los 8, G8, reunidos en Escocia, para que aumenten su ayuda a los países pobres y para hacer realidad la condonación de la deuda de dichos países.

Live 8 pretende, mediante la realización de 8 conciertos en los países más industrializados del mundo, transmitir el mensaje de que la pobreza se puede vencer fácilmente, solo se requiere buena voluntad, y claro, la buena voluntad vendrá de los líderes del G8, junto con el Banco Mundial y el FMI, quienes públicamente se han comprometido con el alivio de la pobreza. Lo que no está claro es a qué se refieren exactamente estos personajes mundiales con la palabra “alivio”. Live 8, une sus voces a la reunión del G8 para intensificar una “campaña de actuación frente a la pobreza”; pero, Live 8 no cuestiona aquella agenda de un G8 que contribuye directamente a generar pobreza; no dice nada frente al papel del Banco Mundial y del FMI como principales gestores de la deuda externa y de las políticas económicas que han impuesto a los países no industrializados en los últimos 30 años; de ninguna manera Live 8 cuando habla de la condonación de la deuda hace referencia a los principales culpables de esta deuda impagable, inhumana y cruel que está cobrándose con la vida de casi la cuarta parte de la población mundial que vive en situación de indigencia. Live 8 propugna de manera ingenuamente sospechosa que la situación de pobreza de los países en vías de desarrollo se solucionará con el incremento de la inversión de los países industrializados en estos países.

Lo que no se ha publicitado tan abierta y entusiastamente como los conciertos y sus “filántropos” fines, es que Live 8 dejará enormes beneficios para sus patrocinadores corporativos –quién dijo que el tema de la pobreza no genera ganancia-; los derechos de transmisión son exclusivos, los espacios en televisión han sido vendidos a los mejores postores del mundo, con lo que esperan millones de dólares en ingresos por publicidad; auspiciantes como la Ford Motor Company (filial sueca Volvo), Nokia, EMI Music, EOL Time Warner, ya están calculando sus millonarias ganancias. Se espera llegar a unas 5 mil millones de personas; y por si fuera poco, ya están alistándose los productos promocionales y la venta de DVD y CD del concierto, si no puede ver en directo Live 8, podrá obtener muy pronto un disco con el concierto. Todo está calculado.

Live 8 es un nuevo espectáculo mundial para distraer la mirada. 8 conciertos que beneficiarán a 4 o 5 empresas millonarias y que servirán para que quienes asistan alivien la conciencia. El alivio de la pobreza, ese tema va más allá de unas cuantas canciones.

NUESTROS DOLORES

Nidya Pesántez Calle

NUESTROS DOLORES

Por: Nidya Pesántez C. (GAMMA)
Fecha: 5 de julio, 2005

¿Tenemos verdaderamente las ecuatorianas y los ecuatorianos la oportunidad para provocar transformaciones genuinas en el país a través de la presentación de propuestas ciudadanas?. Las dudas persisten, después de todo, la traición y el ardid han sido una constante en el camino de nuestra República.

Muchos son los obstáculos que debemos sortear para trazar el cambio, entre ellos, tendremos que curarnos de lo que Joaquín Estefanía llama “Los siete Pecados Capitales” que compartimos con el resto de América Latina. Para Estefanía el primer pecado es el déficit de ciudadanía social, traducida en la desigualdad de la distribución de la renta y de la riqueza nacional; el segundo pecado, el déficit de ciudadanía civil, plasmada en la inseguridad jurídica en todo nivel; el tercero, el déficit de ciudadanía política, que se evidencia cuando la mitad de la población prefiere el desarrollo económico a la construcción de una democracia; las reformas económicas no han cumplido con las expectativas de la población (el cuarto pecado); el quinto, el mayor debilitamiento del Estado, de hecho, percibimos con claridad que nuestro Estado no puede resistirse a las tendencias hegemónicas políticas o económicas aún cuando éstas nos destrocen; la presencia de los nuevos poderes fácticos es el sexto pecado capital que compartimos con América Latina: corporaciones transnacionales, narcotráfico y aquellos medios masivos de comunicación que actúan como supra poderes que limitan la soberanía de las instituciones públicas; finalmente, la corrupción y su naturalización: en América Latina el 44,1% de la población encuestada al respecto asume que aceptaría un cierto grado de corrupción si a cambio las cosas funcionan.

Estos pecados que se cometen con tanta facilidad son nuestros nuevos dolores. Pero los nuevos y los viejos dolores sociales son producto de una herencia que hemos aceptado sin beneficio de inventario: la masacre contra pueblos indígenas, el trabajo forzado al que fueron sometidos y la destrucción de sus símbolos y rituales de identidad; la esclavitud y el tráfico de personas africanas; el abuso sexual sistemático primero contra mujeres indígenas y negras, y luego contra las mestizas; el establecimiento de relaciones de dominio y subordinación entre castas y clases; la construcción de una administración pública basada en la ilegitimidad; la discriminación contra mujeres, contra personas de piel oscura, contra indígenas, contra diversas preferencias sexuales, contra las personas pobres, contra las personas que habitan en zonas rurales y tienen costumbres rurales…

La oportunidad de cambiar nuestro país es individual y es colectiva, sanarnos de estos dolores y erradicar de nuestra conducta y de la estructura del Estado los principios fundacionales de nuestra sociedad: el abuso y la exclusión, son pasos imprescindibles de los que nacerán y se aceptarán propuestas transformadoras.