Revista Mujer Salud 1/2008

Ediciones Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe
Revista Mujer Salud 1/2008

Un atentado a los derechos humanos
La violencia contra las mujeres, VCM, es una clara forma de discriminación y como tal ha sido definida en múltiples documentos de organismos internacionales. La primera declaración de Naciones Unidas que reconoce la existencia de violencia basada en el género, fue aprobada por la Asamblea General en 1993 y la define como “todo acto que resulte en, o pueda resultar en daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico de la mujer, incluyendo la amenaza de dichos actos, la coerción o la privación arbitraria de la libertad, tanto en la vida pública como en la privada”. A partir de ello, podemos concluir que la VCM se origina en un sistema de relaciones de género socialmente construido, que establece un desequilibrio de poder entre los sexos a partir de una supuesta superioridad de los hombres, estando las mujeres en condición de dominadas y los varones de dominadores, ejerciendo un control sobre el cuerpo de las mujeres y sobre sus decisiones. Y esto tiene como sustento básico la condición de discriminación y desigualdad social de las mujeres.

La idea de la dominación masculina y de las mujeres como propiedad del hombre está ampliamente difundida y enraizada en nuestras sociedades, siendo frecuente la aceptación social de la violencia. Es decir, en amplios sectores persiste la creencia de que las mujeres pueden ser castigadas cuando no realicen aquello que se espera de su identidad de género, por lo que los hombres están capacitados para ejercer su dominio incluso a base de la fuerza y la violencia explícitas.

Para reflexionar sobre esta realidad y avanzar en el diseño de una campaña regional que apunte tanto a la prevención y erradicación de la VCM como a la eliminación de la aceptación social hacia la misma, la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe realizó en Bogotá, Colombia, entre el 6 y el 8 de febrero de 2008, la Reunión Regional de Redes y Organizaciones que trabajan en Prevención de la Violencia contra las Mujeres en América Latina y el Caribe, en el marco de un proyecto auspiciado por Oxfam-Novib. Esta iniciativa se vincula con la campaña We Can Stop Violence Against Women, desarrollada en algunos países asiáticos tales como India, Pakistán, Nepal, Sri Lanka, Afganistán y Bangladesh, con el apoyo de dichas agencias de cooperación.

Presentamos en la sección Temas una reseña de esta reunión y algunas experiencias de abordaje de la violencia contra las mujeres que fueron compartidas en esta reunión regional. Estas son: Observatorio Nacional de Feminicidios en México (Ma. de la Luz Estrada); Observatorio de DD.HH. de las Mujeres de Venezuela (Ofelia Álvarez); Proyecto Dos Caras de una Misma Realidad, sobre Mujer, VIH/SIDA y Violencia, en Argentina (Patricia Puebla, FEIM); Campaña sobre esterilizaciones forzadas en Perú (María Esther Mogollón, MAM Fundacional); y Campaña El Machismo Mata, de Chile (Soledad Rojas, Red Chilena contra la Violencia Doméstica y Sexual).

En nuestra sección Actualidad ofrecemos un interesante panorama de dos realidades latinoamericanas en relación al aborto inducido. Uno de los artículos se refiere al caso uruguayo y fue elaborado por Alejandra López y Lilián Abracinskas (MYSU) bajo el titulo Problemas complejos, intervenciones integrales. El otro, cuya autora es la investigadora Zicri Orellana, alude al caso chileno y lleva por título: Derecho a no ser madre: maternidad voluntaria.

Y finalmente, nuestra sección Enfoques incluye un artículo de la investigadora mexicana Yanina Ávila quien alude a la elección sobre la maternidad, donde se pone en cuestión la libertad real de las mujeres para decidir si ser madres o no serlo, y cuáles son las presiones sociales para asumir la maternidad como un mandato cultural fuertemente impuesto sobre las mujeres. Su titulo es: Buscándole tres pies al gato ¿Qué tan libre es la elección?

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Celebrar la vida (Por: Nidya Pesántez Calle)

CELEBRAR LA VIDA

Por: Nidya Pesántez C.

María Amor, la casa de acogida en Cuenca… ¿por qué una casa de acogida? ¿Por qué una casa para recibir a las mujeres? ¿Por qué no hay una para hombres? ¿Por qué no un albergue temporal? ¿Por qué no el trabajo mixto? ¿Por qué hablar de violencia contra las mujeres?… ¿Qué pasará cuando una mujer cruce su puerta para entrar en nuestra vida? ¿Qué necesita una mujer para salir del círculo de la violencia? ¿Somos nosotras, en la casa, las que romperemos el círculo? ¿Quién lo hará? ¿Cuáles son nuestros horizontes? ¿En dónde están nuestros límites? ¿Qué pasará cuando una mujer cruce la puerta para dejar la casa?

Responder a éstas y otras muchas inquietudes dio como resultado la metodología que hoy María Amor nos entrega generosamente para colorear la vida, para desplazar la sombra que nos impide ver cómo la violencia nos destroza individual y colectivamente, para diluir entre hermosos tonos ese pensamiento que nos hace aceptar como normal que la felicidad, que el encanto, que la plenitud no son posibles porque nos han contado que la violencia es parte de nuestra naturaleza. La metodología, al responder estas preguntas, creó un camino que nos lleva a un escenario en el que la vida se presenta como un sortilegio que nos puede sorprender gratamente y no como un destino fatal que ya está escrito y del que no podemos escapar.

Las mujeres que nos abren sus puertas en María Amor, plasman en este documento el enfoque y la ruta que guían su tarea; al leer sus páginas podremos encontrar con claridad dicho enfoque y dicha ruta en el ánimo que inspira el trabajo diario y que nos atrevemos a sintetizar en una palabra: afecto.

Todo está destinado a recuperar el sentido de celebración de la vida; es decir, la metodología está prevista para que las compañeras que son acogidas y el equipo que las acoge, recuperen la posibilidad de cantar su canto, bailar su danza, pintar su paisaje y escribir su historia con sus propias manos, con sus propias voces, en sus propios tonos, con su letra propia y con su propios movimientos… Por ello, nada es impuesto, por ello nada es cadena, por ello todo será producto de la decisión libre y autónoma de cada compañera. Y allí está uno de los elementos esenciales, una de las sustancias que perfuma la tarea: construir autonomía, aprender a ser las hacedoras de nuestro destino.

Este elemento esencial lo descubrimos dentro de la metodología cuando el equipo nos habla sobre la acogida: “Acoger a una persona no implica solamente cobijarla, abrigarla y dotarle de alimento, significa, sobre todo, impulsar su sanación, es decir, aportar en el fortalecimiento de sus destrezas físicas, intelectuales y espirituales de tal manera que recupere las ganas de vivir con plenitud, que recobre la alegría y la luz que hacen de ella un ser humano completo, perfecto…”

Este acompañamiento para celebrar la vida que María Amor pone hoy en nuestras manos, se enriquecerá con la reflexión de cada una y de cada uno de ustedes, con la adhesión de cada ser humano que abra los ojos, que se libere de la sombra de la naturalización de la violencia y que decida poner colores en su vida, y que ponga nuevas letras en sus cantos, nuevas imágenes en sus sueños, sin estereotipos, sin destinos fatales, sin discriminación y sin indolencia.

Vamos a celebrar la vida, somos nosotras, son ustedes las únicas y los únicos capaces de hacer la transformación posible. Hoy nos han dado una herramienta… ojalá un día la tengamos en un museo recordándola con cariño como un instrumento que nos impulsó a dar el salto, pero que dejó de ser necesario porque nuestra especie decidió finalmente ser humana.

LA AUDIENCIA OPINA

Sandra López A.

LA AUDIENCIA OPINA

Por: Sandra López – GAMMA
Fecha: martes 11 de abril, 2006
Luna llena

Los últimos acontecimientos sucedidos en el país en el marco de las movilizaciones contra el TLC nos colocan ante un triste panorama.

El pasado sábado en el programa Mujeres en la Radio, la audiencia se pronunció sobre las manifestaciones y la violencia generada en nuestra ciudad durante la semana pasada. Las personas denuncian las acciones autoritarias y prepotentes acontecidas en nuestra ciudad, también reprochan la incoherencia y la desfachatez en el Ministerio de Gobierno, antes se tenía un discurso y ahora se actúa justo desde la otra orilla, los acontecimientos –dicen- no pueden ser analizados de forma aislada, estamos en un momento de gran presión sobre nuestro país y todas las represalias en contra de indígenas y estudiantes –que son los únicos grupos que están defendiendo a nuestro país, según la audiencia – son la evidencia de que el TLC es un proyecto de muerte, que, en medio de negociaciones secretas y sin la suficiente difusión, colocará a nuestro país en una situación todavía peor que la actual.

Se criticó el daño a la propiedad privada, es consecuencia dijeron, de la falta de voluntad y apertura para el diálogo por parte del Gobierno, en nuestro país está demostrado piensan algunas personas que la única manera de que nos escuchen es a través de las bullas y las piedras. Nadie está de acuerdo con la violencia en las calles, pero la violencia de las armas, solo puede provenir de quien tiene poder y autorización para utilizarlas, una vida más ha sido sacrificada para denunciar un Tratado injusto y engañoso que se nos quiere imponer por la fuerza, dijo alguien.

Todas las voces corroboraron que el gobierno y sus personeros son los únicos culpables de todo el irrespeto que se está causando en contra de los derechos humanos. No puede ser posible que en nuestro país las personas indígenas no puedan viajar tranquilas y sean maltratadas e irrespetadas en su dignidad a cuenta de la seguridad nacional. No puede ser que acusemos al sector indígena de la falta de estabilidad en el país, cuando la falta de estabilidad la han provocado quienes están en el poder y no quienes carecen de voz y de espacios de opinión en el Ecuador.

Se propuso la creación de un Observatorio de la represión, un espacio ciudadano que pueda exigir a las autoridades la investigación exhaustiva y pública de la violencia aplicada en contra de jóvenes que defienden la soberanía de nuestro país…inclusive con su vida. Existen espacios de defensa y vigilancia de los Derechos Humanos, sin embargo, se tiende con frecuencia a quitarles legitimidad diciendo que solo sirven para proteger a delincuentes. Si se va a encarcelar o a disparar contra todas las personas que no quieren que el Ecuador firme el TLC, se tendrá que pensar desde ya, en dónde se colocará a esta población que cada día crece y que no quiere poner en subasta la vida de quienes habitamos en este lugar.

FINALMENTE EN EL TAPETE

Sandra López A.

FINALMENTE EN EL TAPETE

Por: Sandra López – GAMMA
Martes, 4 de abril 2006
Luna en cuarto creciente

Después de muchos meses de negociación discreta a cuenta de algún tipo de voto de silencio, finalmente el TLC está en los medios de comunicación.

La exigencia de todas las personas es tener información, cómo se puede emitir un criterio si no se cuenta con todos los elementos de juicio. Grupos a favor, grupos en contra, grupos desinformados, grupos desinteresados, grupos optimistas, grupos pesimistas. En los medios de comunicación se escucha ahora entrevistas, foros, debates, encuestas, todo sobre el TLC. Sin embargo, la avalancha de información a estas alturas aparentemente no detendrá el camino recorrido; a decir de las personas cercanas al proceso, el famoso Tratado estaría a punto de firmarse. Cabe preguntarnos entonces, ¿de qué sirve la información en este momento?, la comunicación en el caso del TLC no habría cumplido su rol fundamental de creación de comunidad, de opinión y de toma de posición. El tema está en la agenda pública, los medios no dejan de hablar del TLC, ¿para qué?, no para generar debate, ya no es tiempo, se busca más bien que la gente conozca lo que viene y concluya “no podemos quedarnos fuera”.

Una vez en este punto no tenemos tiempo para conocer las reales implicaciones del TLC en corto, mediano y largo plazo, lo que sí podemos es sacar nuestras propias conclusiones con las evidencias que hemos presenciado a través de los medios.

Como todo en la vida, el TLC tiene dos caras, para algunas personas una es positiva y otra negativa; sin embargo, estas caras pueden ser una de ganancia y otra de pérdida. Quienes defienden el TLC hablan de aspectos positivos y negativos, explican que como todo proceso, hay que realizar algunos sacrificios a cambio de grandes beneficios (¿ganancias?); quienes lo rechazan en cambio, no encuentran una cara positiva del TLC, lo que encuentran es más bien un creciente abismo entre la situación económica actual (pobreza) y la que vendrá con el TLC (indigencia), es decir, el TLC para este grupo representa la riqueza extrema reducida a un grupo cada vez más pequeño y la pobreza ampliada a la gran mayoría de la población.

Si nos detenemos un momento para analizar los argumentos de un grupo y de otro, no es difícil saber quiénes serán los beneficiados. Alguien decía por allí que para saber si una propuesta es buena o mala debemos “seguir la ruta del dinero”. ¿Quién nos propone (impone) el TLC?, ¿quiénes están a favor del TLC?, ¿son aquellos grupos empobrecidos cuyos ingresos se verían seriamente afectados cuando comience el libre comercio?, o por el contrario, ¿son aquellos representantes de empresas y negocios “florecientes” que verían incrementadas sus ganancias y que muy contentos con la flexibilización laboral cada vez se desentenderían más de sus obligaciones laborales… humanas y tributarias?

Cuando finalmente el tema del TLC está en el tapete, nos toca tomar partido, el plazo se está terminando.

TV ZAPPING TLC

TV ZAPPING TLC

Por: Sergio Vergne (GAMMA)
Martes 28 de marzo, 2006
Luna nueva

La estrategia de los sectores que se beneficiarían del TLC con EEUU se ha desplegado con mucha claridad en los medios durante la última semana, especialmente en la televisión. Es que la inminencia de la firma del Tratado de Libre Comercio ha desnudado los conflictos de intereses económicos y políticos de los diversos grupos y clases sociales del Ecuador

El bloque en el poder no logra mantener la cohesión social y por ello recurre a las instancias ideológicas más potentes de las sociedades modernas, los medios de comunicación. El poder político y económico ha sido la principal fuente de “información” de los medios durante los meses de negociación del TLC. Los sectores que se perjudicarían con este tratado (arroceros, pequeños empresarios, campesinos, indígenas, estudiantes), sólo han sido fuente de noticias durante las últimas semanas a raíz de sus medidas de protesta que “paralizaron” al país. Haciendo un zapping por TV durante este período hemos visto cómo a las principales fuentes de información señaladas se han sumado los propios medios con su voz: informativos, programas de “investigación periodística”, de opinión y hasta un “debate público” se ha presentado en el espacio “privado” de la televisión.

Según este zapping televisivo ¿cómo presentan el gobierno, empresarios, periodistas y analistas económicos de la televisoras a los distintos actores en el escenario mediático? En primer lugar, la movilización indígena y estudiantil es ideológica y exagerada, motivada por intereses que no serían auténticos y legítimos; en cambio el sector negociador y empresarial es moderado y movido sólo por intereses económicos que beneficiarían a todo el Ecuador. En segundo lugar, se presenta al movimiento indígena y al estudiantil como ignorantes, y a la población como simples ovejas que siguen a sus pastores-dirigentes sin saber muy bien porqué se movilizan; el sector interesado en el TLC en cambio, es presentado como el grupo de técnicos conocedores y especialistas y por lo tanto únicos autorizados a opinar y decidir por sobre todo el Ecuador. En tercer lugar, los indígenas y estudiantes, mediante sus medidas de protestas, están causando millonarias perdidas “a todo el Ecuador”; en cambio las millonarias pérdidas que traería la firma del tratado para estos sectores y para el Ecuador no son contabilizadas ni informadas.

La televisión apela fundamentalmente a las emociones y por esta razón los argumentos simplistas y el uso de los estereotipos son tan efectivos, no es un instrumento muy apto para el análisis y el debate, pues su principal función es la de entretener (Fuenzalida, 1999). Por ello, la estrategia usada desde el gobierno para convencer a la ciudadanía de la firma del TLC, es la clásica diferenciación estereotipada de “civilización o barbarie”; dejando de lado su responsabilidad de informar, de promover el debate y finalmente de ponerlo a consideración ciudadana mediante un instrumento democrático.

QUEREMOS ESTABILIDAD

Nidya Pesántez Calle

QUEREMOS ESTABILIDAD

Por: Nidya Pesántez C. (GAMMA)
Martes, 21 de marzo, 2006
Luna menguante

En estos tiempos de palpitación social, de movimiento y de movilizaciones, hemos escuchado las voces del poder político y económico clamando por paz para evitar las pérdidas económicas de las que son víctimas. También hemos escuchado sus ecos a través de diversos medios masivos de comunicación que plantean volver a la calma para darle estabilidad al país y a su proceso de gobernabilidad. Y por supuesto, hemos escuchado las voces del pueblo contrapuestas exigiendo calma y objetividad por un lado y dignidad y soberanía por otro.

Esta no es la primera vez que asistimos a un momento como éste en el país, y tampoco es la primera vez que encaramos las posturas contrapuestas, y por supuesto, no será la última. Sin embargo, cada vez que la población se pronuncia masivamente pedimos tranquilidad, pedimos silencio, pedimos que las expresiones de descontento o de confrontación regresen a su casa y a sus puestos de trabajo para que no se altere el orden, para que las piezas no se dispersen. No nos interesa demasiado si la figura del rompecabezas de nuestra sociedad es o no coherente, es o no luminosa, es o no agradable, es o no equitativa, es o no solidaria; nos interesa que las piezas se mantengan tal y como están porque queremos estabilidad, porque tenemos miedo a perderla.

¿Qué tipo de estabilidad es la que andamos buscando? Por lo dicho podríamos decir que buscamos la quietud, la calma, “la paz que solo se encuentra en los cementerios” como diría Cohelo. Pero la permanencia no recrea la vida, la falta de movimiento contradice su esencia, todo en el universo es dinámico y como nos han planteado los últimos descubrimientos físicos, su dinamia no es mecánica como Newton pensó. El caos es la fuente y el escenario en el que todo se mueve, en el que todo fluye. Nos preguntamos ¿son ilusas estas voces que exigen la vigencia de lo que la vida no ha puesto a nuestro servicio? Y decimos esto porque no podemos negar que una de las características de nuestra vida es la incertidumbre, y es en esta incertidumbre en donde debemos plasmar el arte de la existencia. El ser humano, según dice Assmann encuentra en la incertidumbre “una de las cualidades más fascinantes del placer”.

No queremos cambiar, queremos la inmovilización que se nos vende como estabilidad; tenemos miedo a la transformación, nos negamos a la creación y escuchamos las voces del opresor como una balsa de salvación, salvación que se traduce en el sostenimiento del actual estado de cosas que confundimos con estabilidad: “mal con el TLC, peor sin él” dicen algunas de estas voces que temen que no bajar la cabeza ante el imperio nos conmocione y nos “desestabilice”. Qué miedo le tenemos al movimiento fuente de nuestra existencia, qué miedo le tenemos a la incertidumbre. Preferimos la esclavitud en este estancamiento a la libertad que será posible en el careo diario con el porvenir.

LIBERTAD DE EXPRESION

LIBERTAD DE EXPRESION

Por: Sergio Alejandro Vergne (GAMMA)
Martes, 13 de marzo, 2006
Luna llena

El derecho a la libertad de expresión hace parte de los derechos humanos proclamados durante la Revolución Francesa, que consolida para algunos el establecimiento del nuevo orden moderno.

Su formulación fue inspirada en las doctrinas del liberalismo económico y político de filósofos como Montesquieu y Locke frente a las Monarquías Absolutas de Europa, en especial la de Francia. Considera a la sociedad como surgida de un contrato social entre personas con el objeto de garantizar sus derechos individuales e inalienables como, precisamente, el de expresión. Su enumeración era razonable ya que las monarquías absolutas europeas ejercían un gran control sobre las ideas políticas y religiosas de la época. La Bastilla en París era la cárcel para miles de hombres y mujeres cuyo “delito” fue haber expresado públicamente sus ideas científicas, políticas, morales o filosóficas. Es significativo el hecho de que la Revolución se iniciara precisamente con la toma de la Bastilla.

La libertad de expresión incorporada a las constituciones como la nuestra, es un derecho de todas y de todos. Pero con el surgimiento y crecimiento de los medios de comunicación masivos como empresas capitalistas (en el sentido de que su finalidad es el lucro), las grandes empresas dueñas de los medios han resignificado este derecho, haciendo equivaler libertad de expresión con libertad de empresa. Como la libertad de empresa en el mundo capitalista concibe a un Estado que no interviene en el mercado, el derecho a la expresión ha quedado limitado a las posibilidades que se tiene de entrar en un mercado mediático que cada vez es más oligopólico y dependiente de multinacionales y que amenaza incluso la existencia de los medios locales, más cercanos a la ciudadanía.

Así, bajo el capitalismo globalizante van quedando seriamente limitadas la libertad de expresión de las y los ciudadanos y de las y los trabajadores de los medios, a las decisiones de las grandes empresas. En los medios hoy se expresan quienes tienen mayores cuotas de poder económico y político. Y han quedado silenciadas o tergiversadas las voces de los pueblos y grupos que no tienen poder social: trabajadores y trabajadoras, etnias, mujeres, niñas y niños…

Por esta razón van surgiendo en el mundo diversas opciones para el ejercicio del derecho a la expresión, entre éstas los Observatorios de Medios. En Cuenca contamos con un Observatorio Ciudadano de la Comunicación que en el marco del II Salón de la Comunicación realizará un foro abierto a la ciudadanía denominado “Una Ciudad Sin Comunicación Sexista” hoy a las 18 hs en el auditorio de la Corte Superior de Justicia, con el objeto de promover mensajes no sexistas ni discriminatorios y una mejor presencia de las mujeres y otros grupos que son invisibilizados, discriminados o violentados bajo numerosas formas en los medios. Una excelente oportunidad para ejercer nuestro derecho a la libertad de expresión.

NOS ENGAÑAMOS

Nidya Pesántez Calle

Por: Nidya Pesántez C. (GAMMA)
Luna creciente
Martes, 7 de marzo, 2006

¿Cómo celebraremos este 8 de marzo? ¿Será que nuevamente las mujeres tendremos que lidiar con las flores y los chocolates gritando entre la multitud que no es una segunda versión del día de la madre o del día del amor y de la amistad?

El sistema en que vivimos lo hizo otra vez; otra vez absorbió una fecha consagrada a la celebración de la dignidad para convertirla en un día de consumo y de superficial conmemoración. Otra vez el sistema escondió entre bambalinas la razón de ser de una fiesta que solemniza la lucha por la igualdad de condiciones y oportunidades que las mujeres exigimos para erradicar la subordinación, la exclusión y la discriminación que enfrentamos día a día.

El sistema ha conseguido que el Día Internacional de la Mujer se celebre entre pequeños regalos que resaltan todos aquellos elementos que profundizan las brechas y las inequidades entre mujeres y hombres, por ello es común escuchar el 8 de marzo “loas” a la mujer pilar de la sociedad, a la mujer dadora de amor y de ternura, a la mujer sentimiento y corazón de la familia, a la mujer belleza, a la mujer sacrificio, a la mujer moral, a la mujer servicio a toda prueba. Lesionando con ello una lucha que ha logrado mover el piso sobre el que se asienta el sistema que nos oprime: la discriminación de género.

Pero este sistema a través de todos sus aparatos ideológicos nos ha tendido otra trampa: pensar que las mujeres y los hombres ya tenemos igualdad de oportunidades y de condiciones en nuestra sociedad. Por ejemplo, es común escuchar que esta supuesta igualdad se marca en el hecho de que las mujeres “ya” trabajan, o que las mujeres ya estudian, o que las mujeres ya pueden participar en la política. Pero las mujeres siempre hemos trabajado aún cuando no hemos percibido sueldo por ello, y actualmente tenemos menor acceso al trabajo y menor remuneración que los hombres aunque realicemos la misma labor; y las mujeres estudiamos pero aún hay carreras que no son consideradas apropiadas para nuestro género y existen serias restricciones para nuestra formación pues no hay una corresponsabilidad social en el cuidado de la familia; y las mujeres participamos en la política pero aún nos toca pelear dentro de los partidos o movimientos para que no se nos considere un relleno en las listas. Y aunque la enumeración podría continuar, solo nos detendremos en un último punto: el acoso, el abuso y la violencia que las mujeres enfrentan diariamente como castigo social por haberse atrevido a “irrumpir” en el espacio público o, dentro de casa, como forma de mantener la subordinación. En estas condiciones ¿de qué igualdad estamos hablando?.

En este 8 de Marzo no queremos bombones, ni flores, ni loas; queremos caminar por las calles sin miedo a la agresión, queremos trabajar y recibir un salario digno, queremos que los gobiernos asuman su responsabilidad en el cuidado social, queremos llegar a casa sin temor a la represalia, queremos vivir en paz.

ALTERNATIVAMENTE GLOBALIZADO

Nidya Pesántez Calle

ALTERNATIVAMENTE GLOBALIZADO

Por: Nidya Pesántez C.

Hablar de comunicación alternativa, en un mundo en el que se considera que la única alternativa de pensamiento, producción, reflexión y vivencia es insertarse de la mejor manera posible en el sistema dominante, parece ser una necedad. Sin embargo, necedad sería, aceptar la realidad tal y como está sin dar batalla (a menos que pensemos que estamos en lo correcto).

En un planeta en donde se ha globalizado la pobreza, la falta de tolerancia, el individualismo, y el desamor, todas las herramientas de relacionamiento humano se han puesto a disposición del fortalecimiento de lo establecido. Una de estas herramientas es la comunicación social; de hecho, dentro de la carrera de dominio de mercados, la comunicación es herramienta y objetivo en sí mismo pues no sólo se trata de aportar al sistema utilizando la comunicación; también es necesario: controlar los sistemas de comunicación, crear sistemas alternos dependientes y dominar el espacio comunicacional. Como es evidente, estos objetivos se han cumplido y se han consolidado, especialmente, con la fusión de las grandes empresas de comunicación. Cuando planteamos así las cosas, parece más necio todavía querer hablar de lo alternativo; sin embargo, el reto es hacer posible lo imposible, y para esto podemos empezar por retomar el positivo significado de la comunicación y sus elementos.

Como en muchas otras áreas, la conceptualización de ciertas categorías se va limitando y especializando al punto en que somos capaces de reflexionar sobre ellas, sólo dentro de los límites marcados por el conocimiento generado desde el poder; por ejemplo, podemos evidenciar que: “en la sociedad contemporánea el debate en torno a la comunicación social ha limitado esta categoría del conocimiento a un elemento: el canal masivo, es decir, los medios masivos de comunicación social. No sin razón las sociedades actuales están siendo englobadas bajo la definición de “sociedad masstediática” . Sin embargo, la comunicación no es el canal únicamente, es la confluencia de, básicamente, cuatro elementos: la persona que hace de emisor, la persona que hace de receptor, el mensaje y el canal. Y, por supuesto, si hablamos de comunicación en su sentido más amplio, el emisor deja de serlo para ser receptor, en un juego de respuesta inmediata comparable con el ping-pong, o en un lapso correspondiente al tiempo que requiera el canal para trasladar el mensaje en doble vía.

En este sentido, retomando la noción en que la comunicación trasciende los canales, cuando hablamos de comunicación alternativa debemos plantearnos la alternatividad en torno al sentido global, ciertamente, pero también con respecto a cada una de sus partes constitutivas, esto es: alternativa a qué, alternativa para qué, alternativa qué, alternativa desde dónde y cómo puede ser alternativa.

Lo alternativo en la comunicación

Empecemos trabajando sobre la globalidad de la comunicación, pues desde este punto de partida nos enrumbaremos también hacia sus partes.

Cuando hablamos de lo alternativo graficamos en la mente, lo opuesto, lo diferente, la otra vía; sin embargo, suele resultar en la práctica, que tomamos un camino paralelo, en nombre de lo alternativo, pero con la misma dirección. Este fenómeno, generalmente, es el resultado de una actuación apresurada que no ha establecido el objetivo de su creación; así, lo alternativo se reduce a no hacer ciertas cosas que hacen los grandes medios adueñados de la comunicación social; pero esto no resuelve su existencia ni su poder, tampoco consigue la incorporación social necesaria para hacer contrapeso a lo establecido.

En términos generales, si el poder ha fijado su atención –respecto a la comunicación- en los medios, la sociedad en su búsqueda alternativa lo ha hecho en el mensaje. Entonces, los diversos sectores sociales organizados, en su búsqueda del cambio, le apuestan a la comunicación alternativa generando un mensaje diferente (de esperanza o de denuncia pocas veces de propuesta); pero, qué pasa con los canales de comunicación, qué con la relación emisor – receptor, qué con los objetivos de una intervención comunicacional. Quedan en el proceso grandes vacíos que arrojan resultados pobres.

Desde este planteamiento, proponemos que la comunicación puede o no ser alternativa dependiendo de los objetivos que se han planteado para su utilización, mismos que deberán formar parte de una estrategia de intervención que a su vez, deberá ser el resultado de un plan global para conquistar equis información. Si nuestro actuar alternativo, se limita a serlo solo en los medios, o en la relación emisor-receptor, o en el mensaje, estaremos desperdiciando una valiosa oportunidad, pues estos elementos constitutivos pueden también responder a los intereses de quienes están en el poder. Lo alternativo por sí mismo no es sinónimo de oposición a lo establecido, no es sinónimo de transformación.

Puede sonar evidente, sin embargo, lo evidente no significa superado o sencillo. De hecho, muy pocas prácticas comunicacionales nacidas desde los sectores sociales que buscan revertir el actual estado de cosas, suelen estar insertas en un plan mayor del que son una herramienta.

Comunicación alternativa en el mundo globalizado va más allá de utilizar alternativamente (mensajes diferentes) la tecnología del primer mundo, va más allá de la inserción en su mundo para desde él destruirlo. La comunicación alternativa (en el sentido de oposición y transformación) se gesta en la genialidad producto de la necesidad de poner un punto final a un sistema que arremete contra la humanidad y el planeta. Si nuestro trabajo constantemente se acomoda a lo que nos ofrece este sistema, evidentemente nuestra genialidad para resistir y cambiar seguirá dormida y nuestros sistemas de comunicación seguirán siendo dependientes.

Con lo anotado podemos establecer, que el punto de partida de esta reflexión retoma a la comunicación alternativa como una herramienta de un plan de transformación social que debe ser considerado en su total complejidad, esto es, sin limitarla a los canales y a la tecnología como se pretende en el debate actual.

Ubicar la brújula

Muchas de las prácticas alternativas en el campo de la comunicación se encuentran limitadas en sus resultados frente a la influencia de los medios masivos. Quienes trabajamos en esta área, debemos reconocer que la fortaleza de los mass media intimida las propuestas alternativas, la causa suele encontrarse en el aval social que estos tienen y en la falta de identificación del verdadero enemigo.

Veamos esto del aval social y aquello del verdadero enemigo.

La estrategia comunicacional de los grandes medios se basa en la correspondencia con las prácticas sociales vigentes; de esta manera, las personas que receptan la información, la opinión y las “verdades” emitidas a través de los medios masivos, se sienten menos vulnerables porque no alteran la aparente estabilidad. De hecho, aunque parezca contradictorio, mientras más crítica es la situación, más se evidencia esta relación cómplice entre los medios masivos y la población: el temor al caos, a derribar lo construido, es más fuerte que la ilusión de un futuro mejor, es más fuerte que la esperanza en el ser humano y su capacidad de amar. En cambio, la estrategia alternativa suele plantear aspectos que van en contra de las prácticas sociales, pues efectivamente, muchas de ellas responden a la perpetuación del sistema actual; esto asusta porque atenta contra la engañosa tranquilidad social.

En cuanto al verdadero enemigo, debemos decir que muchas veces nos perdemos en la lucha contra los mass media, y los definimos como los grandes culpables de la situación; perdemos energía sin asumir que detrás de los medios está el poder económico y la estrategia de perpetuación de lo establecido. Si bien, los mass media por sí mismos no son negativos sino en cuanto el uso que se les dé, si son un peligro constante por esta condición.

En estos dos aspectos se basa la imposibilidad de generar comunicación alternativa desde el mensaje o desde el medio exclusivamente. Por una parte, como ya habíamos expuesto someramente, es prudente partir con la ubicación de una brújula para saber cómo y hacia dónde usamos la herramienta comunicacional. Ubicar esta brújula requiere de una planificación que no se limite al sueño de contar con un medio masivo (radio, periódico, televisión) como elemento indispensable para hablar de comunicación alternativa eficiente, a través del cual emitiremos mensajes diferentes (alternativos). Contar con un medio efectivamente ayudará mucho, pero si no es parte de un plan bien concebido, estará expuesto a dejar de cumplir con su objetivo una vez que las personas que están detrás de su funcionamiento desaparezcan.

Así, contar con el medio y el mensaje correcto no es suficiente, debemos saber quiénes son y en qué condiciones están las personas que conforman el sector con el que queremos establecer contacto. Porque comunicar no es emitir, es conectarse, es relacionarse, es tener la capacidad de sentir al otro ser, parafraseando a Leonardo Boff: “sentir que el otro es la extensión de nuestro propio pellejo”

Trabajar lo alternativo

Con base en lo dicho nos atrevemos a proponer algunos elementos que pueden aportar a un combate alternativo desde la comunicación.

Empecemos por establecer un plan estratégico de intervención global: no tiene sentido que la comunicación se convierta en su propia herramienta, debe responder, como ya lo hemos dicho a un plan más amplio. Este plan deberá establecer cuáles son los cambios o transformaciones que se buscan y cuál el papel que cumplirá la comunicación en ese espacio.

Una vez definido el rol de la comunicación, se plantea la estrategia comunicacional que se empleará, en ella se deberán definir los objetivos, y el papel que jugará cada uno de los elementos que conforman un proceso comunicacional.

Es cuando trazamos una estrategia de comunicación cuando perdemos de vista la riqueza de esta herramienta y el verdadero alcance que tiene; es en este momento en que limitamos nuestra imaginación al canal comunicacional: los medios masivos. Cuando iniciamos el planteamiento limitamos la lucha a una competencia (prácticamente perdida) con los mass media y con la información que ellos dan de la situación actual. Es cierto que contar con un medio masivo suaviza el camino, pero no gira la dirección en la que marcha la sociedad.

Desde lo expuesto, el punto de partida de nuestra estrategia es el conocimiento que tenemos de las personas con las que vamos a conectarnos: ¿conocemos sus intereses?, ¿sentimos sus preocupaciones?, ¿sabemos y entendemos sus posiciones?, ¿conocemos el promedio de educación que hay en el sector?, ¿son familias con emigrantes?, en fin; toda aquella información que hace que podamos entender mejor el grupo con el que nos vamos a comunicar. Es necesario conocer el interés subjetivo del sector al que nos vamos a dirigir, este puede ser una ciudad, un barrio, una comunidad, un país. El número no limita la capacidad de conectarnos (los recursos limitan el espectro de la intervención), pero la masificación sí, la no-consideración de la diversidad sí, el pensar que nuestro camino de intervención es el verdadero sí, definitivamente estos aspectos limitan la capacidad de conectarnos con el sector meta.

En el caso de la salud, por ejemplo, todo contacto con la población (sea éste un programa de sensibilización periódico o una campaña a corto plazo) debería partir del conocimiento de los intereses subjetivos de las personas, por poner un caso, no a todas las personas nos preocupa prioritariamente la prevención. Suena difícil de creer, pero en realidad la práctica común es la no prevención a pesar del conocimiento que podamos tener sobre ella. ¿Qué pasa allí?, ¿cuál es el interés subjetivo de las personas que conforman una sociedad?. La falta de conocimiento, la falta de acercamiento real a las personas, nos pone una barrera que hace que los esfuerzos no den los resultados esperados.

El conocer los intereses subjetivos de las personas nos posibilita establecer quiénes son los receptores-emisores.

Un segundo elemento que debemos tomar en cuenta, parte directamente del conocimiento de los intereses de los que hablamos, éste es el planteamiento del mensaje y el canal, o canales, de comunicación que vamos a utilizar. Cuando hablamos del planteamiento del mensaje, nos referimos a la estructuración que debemos darle, pues el contenido de éste está definido desde el planteamiento mismo de los objetivos de la estrategia comunicacional.

Un tercer elemento es la definición de fases. Si la estrategia comunicacional es parte de un plan mayor, seguramente el avance de los objetivos de este plan (el mayor), deberá marcar el avance en la estrategia de comunicación, cada fase deberá ser quemada y retroalimentada de forma eficiente; es decir, pensar que una actividad no se pudo hacer y que no influirá, es irresponsable, de hecho hará fracasar un elemento y al hablar de un sistema, éste hará fracasar el resultado.

Un cuarto aspecto es el reconocimiento de recursos, no podemos lanzarnos de un avión sin paracaídas, con la esperanza de que abajo nos espero un lago o un mar; es mucho el riesgo. Lo propio sucede cuando hacemos comunicación alternativa sin recursos, a la larga sólo conseguimos perder credibilidad, básicamente porque sin recursos suele darse una falta de cumplimiento a lo planificado y una ausencia de periodicidad en nuestra llegada. En ambos casos podemos desaparecer.

Un último aspecto podría ser el planteamiento de responsabilidades, esto de Fuente Ovejuna no resulta, por tanto el reconocimiento de destrezas y el apoyo de un equipo basado en ese reconocimiento son parte importante a la hora de intervenir en la realidad.

Como vemos, tanto quienes quieren hacer comunicación alternativa como quienes no quieren hacerla, pueden echar mano de estos elementos para tener una mejor llegada al sector de interés. Con estos elementos podemos conectarnos para vender un medicamento o para establecer prevención. Por ello, un buen planteamiento de objetivos con una estrategia coherente nos dará resultados excelentes. No podemos descuidar ningún elemento, porque podemos terminar aportando al sistema, a pesar de que nuestra intención sea derribarlo, por ejemplo, si usamos alternativamente la red electrónica, como un juguete más que nos ayuda en un activismo sin objetivos de transformación, estaremos aportando al sistema; de la misma manera, si somos incapaces de estructurar nuestro discurso en torno a los intereses subjetivos de las personas porque nos creemos dueños de la verdad, también estamos aportando al sistema (disgregamos).

El mundo de la comunicación es uno de los más susceptibles en la compra y en la venta de conciencias, los espejismos tecnológicos cooptan fácilmente nuestra reflexión; por ello, lo alternativo no está sólo en el uso de mecanismos diferentes o en el uso bien intencionado de una tecnología ajena; está en la recuperación del sentido político de la alternatividad, esto es: saber a ciencia cierta si nuestro “camino diferente” es paralelo al establecido por el sistema o, realmente hemos girado el timón y tomamos una ruta hacia la transformación.